El funcionario insinuó que los ahorros en Salud y Educación –de los cuales insistió en que no son “recortes– provienen de ahorros en la compra de computadoras o reconstrucción de escuelas.
Lo dijo así: “El presupuesto de, por ejemplo, la reconstrucción de escuelas, hay cosas que probablemente por una tormenta se van a atrasar, yo no puedo dejar en el presupuesto sin optimizar esos recursos. Lo necesito para poderlo invertir en otras prioridades del mismo Gobierno, no es que se está quitando dinero acá”, justificó la reorientación de fondos de Educación.
El ministro aseguró que si él sabe que su proyección de construcción le dice “que ya no va a hacer 27 escuelas sino 26”. “Pero sí voy a intervenir la 27 pero va a quedar a la mitad, ¿para qué voy a estar dejando recursos ahí?, lo reoriento dentro de las mismas prioridades”, exclamó.
El funcionario aseguró que la planificación es “continua”. “Yo no sé si en los gobiernos anteriores justamente lo que estaban pensando en diciembre era lo que tenían en agosto. O es que desaprovechaban los recursos públicos o no les importaba priorizar”, reclamó.
También, sobre la compra de computadoras el ministro de Hacienda señaló que él no sabía cuánto iban a costar las computadoras. “Eso se sabe en la ejecución, porque nadie producía computadoras, hemos tenido un problema muy serio para conseguir computadoras”, exclamó.
¿Cómo se distribuirán los $136 millones?
Se distribuirán así: $30.3 millones a Defensa, $29 millones a Economía, $26.7 millones a Justicia y Seguridad ($11 millones para el sistema penitenciario), $19.2 millones a Presidencia, $9.4 millones a Gobernación, $12 millones al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), $4 millones al Ministerio de Turismo para el ISTU y Corsatur, $2.6 millones a Cultura, $800,000 para Cancillería, $300,000 para el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).