Minutos después de la resolución contra 17 personas acusadas por un desfalco millonario en el gobierno de Mauricio Funes (2009-2014), el Gobierno anunció que rechaza la corrupción “venga de donde venga” y sostuvo que no acusa ni defiende “a nadie”.
Por una parte, el Gobierno se mostró a favor del debido proceso, del irrestricto respeto a las leyes y pidió no usar la lucha contra la corrupción para “lograr réditos políticos”, pidiendo a su vez “absoluta imparcialidad” al sistema judicial. También pidió “promover un manejo responsable y objetivo de la información referente a este caso”.
Pero el pronunciamiento emitido la noche del lunes también tenía un mensaje de “no defensa” al exmandatario del FMLN: “No vamos a tolerar a quienes hayan traicionado la confianza del pueblo salvadoreño” y “No acusamos ni defendemos a nadie”, frases que distancian al gobierno de Salvador Sánchez Cerén de un respaldo incondicional al exgobernante, procesado por peculado y lavado de dinero.
Ayer, el FMLN, a través de su subjefe de fracción, pidió pruebas y dijo esperar que no sea “un culebrón”.
“Adoptar medidas”
El Gobierno dijo que han colaborado con las autoridades y prometió respetar las decisiones o requerimientos judiciales “para adoptar las medidas administrativas necesarias”. El comunicado no especificó qué tipo de medidas.
Al igual que el FMLN, la Presidencia pidió pruebas. Aseguró que la Fiscalía “tiene el reto de sustentar jurídicamente las acusaciones” y que tienen “confianza” en la institucionalidad. Ayer se ordenó procesar y detener a 17 acusados por la Fiscalía de un desfalco de $351 millones de los fondos reservados.
Postura de gobierno sobre Funes
Contra la corrupción
- Asegura que rechazan cualquier acto de corrupción “venga de donde venga”, y que no tolerarán traición al pueblo.
Debido proceso
- Pidió el debido proceso y el derecho de defensa. También imparcialidad a los jueces y manejo responsable de información.
No réditos políticos
- Por otra parte, el Gobierno dice que cree en la lucha contra la corrupción pero no en función de lograr réditos políticos.