El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp) está buscando validar con 24 empresas la primera capacitación presencial dirigida a comités de seguridad ocupacional en lugares de trabajo para combatir el COVID-19.

De acuerdo al director ejecutivo del Insaforp, Carlos Gómez, los facilitadores del sistema son expertos en salud y seguridad ocupacional acreditados por el Insaforp y por el Ministerio de Trabajo en seguridad social.

El programa de formación “Fortalecimiento de competencias para miembros de comités de seguridad y brigadistas frente a la emergencia generada por COVID-19” dura 16 horas y el Instituto lo imparte de manera presencial en cada empresa que así se lo solicite y que debe implementar un protocolo para evitar los contagios.

“En marzo lo discutimos con los expertos del seguridad ocupacional y empezamos a elaborar un plan, y queremos validarlo, escuchar de las distintas capacitaciones, escuchar la retroalimentación… En total hemos considerado 24 empresas de distintos sectores habilitados para trabajar para posteriormente lanzarlos para todos los sectores que estén trabajando y las que se vayan incorporando”, dijo el director ejecutivo del Insaforp.

Los comités de seguridad ocupacional y los empleados son capacitados sobre el rol del comité, las características del virus, protocolos de actuación y manejo de campañas, entre otros temas.

 

¿Responsables? Todos

Para subtitular del Instituto, la prevención del virus en los centros de trabajo es un hábito diario en donde cada uno de los trabajadores es responsable.

“Esto es una nueva cultura de trabajo, es una labor de todos, no es una labor de Recursos Humanos, ni de las clínicas empresariales, cada quien tiene su parte, pero es una labor y una actitud de cada uno de los trabajadores de las empresas e instituciones tenemos que adoptarla”, reflexiona.

El Instituto parte de que los salvadoreños tienen que aprender a vivir con el virus y por ello sugiere a todos los centros de trabajo que elaboren, implemente, capaciten, den seguimiento y ajusten los protocolos sanitarios en cada lugar de trabajo, con el objetivo de avanzar en las actividades productivas disminuyendo riesgos de contagio.

Los protocolos establecidos por el Gobierno, similares a los que había aprobado la Asamblea Legislativa en su ley de reapertura económica, enfatizan en el distanciamiento entre las personas, uso de mascarilla, lavado de manos o alcohol gel.

Fue en la primera fase de reapertura económica, del 16 de junio al 6 de julio que se abrieron industrias de textiles, construcción, metalmecánica y electrónica, y energía, comercios de repuestos, o servicios de restaurantes empresariales, imprenta, salones de belleza. A partir del 7 de julio se permitirán mayores actividades en los centros comerciales, como servicios públicos, salones de belleza y servicios empresariales.

El Ministerio de Trabajo realizaría inspecciones para garantizar la aplicación de protocolos en los distintos centros de trabajo.