Ernesto Muyshondt, diputado por San Salvador y director de Asuntos Internacionales de la dirigencia de ARENA, dice haber decidido hace dos semanas lanzarse hacia la candidatura de alcalde de San Salvador. Lo considera un riesgo y un reto, reconoce que no es especialista en temas municipales y por ello considera que Norman Quijano, exalcalde capitalino que renunció de la contienda de 2015, será uno de sus apoyos.
¿Cómo decidió lanzarse como candidato
a alcalde de San Salvador?
Saliéndome de la comodidad de diputado, por la importancia de la elección y lo importante que es para el partido poder ganar la alcaldía de San Salvador, especialmente un año antes de las elecciones presidenciales. Hay muchas deficiencias en la actual administración, debe haber una alcaldía al servicio de la gente. En vista de que Norman fue un alcalde al que yo quería y que estaba tratando de animar para que fuera nuestro candidato, tiene la experiencia de haber sido alcalde durante dos períodos y de haber hecho un excelente trabajo, a pesar de que tuvo un bloqueo sistemático del gobierno del FMLN; en vista de que Norman (Quijano) no decidió ir por el puesto y quiso seguir en la Asamblea Legislativa, lo hablamos con él y con otros liderazgos del partido, hice mis consultas con las bases del municipio y con mi familia, y tomamos la decisión, aunque muy arriesgada, de buscar la alcaldía de San Salvador.
¿No es especialista en el tema municipal?
No, no soy especialista en el tema municipal, sino que en el tema de administración y creo que lo que se necesita es un alcalde cercano a la gente, que escuche, que trabaje de la mano con la población, alguien que pueda estar en contacto permanente con la gente y que resuelva oportunamente sus necesidades y sus problemas y que se rodee de un buen equipo, un equipo multidisciplinario capaz, de gente idónea. No se trata de llegar a una alcaldía y rodearse de sus amigos y de sus parientes, sino buscar mejores personas para que acompañen.
¿Ha pensado quién va a ser su asesor principal de los temas municipales?
Alguien en quien definitivamente me voy a apoyar es en Norman. Tiene una vasta experiencia, conoce el municipio y se ha ofrecido en apoyarnos de lleno en el proceso de la campaña y en la gestión municipal. Nos vamos a apoyar también en gente que tiene una experiencia financiera, porque sabemos que vamos a encontrar una alcaldía en una situación financiera difícil por el endeudamiento y las obligaciones que ha contraído esta administración municipal. Va a ser un reto mejorar la calidad de los servicios públicos prestados por la alcaldía en la situación financiera que va a dejar la alcaldía bajo la administración del FMLN.
¿Ve posibilidad de gane, las encuestas ubican en primer lugar a Nayib Bukele?
Se ha usado muchísimo recurso de la Alcaldía de San Salvador como en la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán para crear una imagen mediática al alcalde. La alcaldía no ha estado en función de los capitalinos, ha estado en función de crear una imagen del alcalde que no necesariamente corresponde a la realidad. Creemos que a base de propuestas, un trabajo territorial intenso, vamos a armar esa confianza. Esto no se trata de una persona contra otra, sino de un equipo contra otro.
¿Fue obligado o se sintió obligado, dado que otras personas desistieron?
No me sentí obligado, fue una decisión más propia. Pero sí sentí que en este momento y en esta coyuntura era la mejor forma de apoyar el partido y de poder servir al país. Es salirme de la comodidad de una candidatura que tenía prácticamente segura y ganar, a competir por esto que representa un gran reto. Una alcaldía gobernada por el FMLN, cuando el Gobierno Central también está en manos del FMLN, a sabiendas que a ellos les gusta y que están acostumbrados a jugar sucio, a sabiendas que voy a recibir la enorme cantidad de ataques de estos personajes que, pues, antes trabajaban para (Antonio) Saca, luego para (Mauricio) Funes y que ahora trabajan para el señor Bukele y que no va a ser fácil; pero creo que con el apoyo de la gente, haciendo una buena presentación de nuestra plataforma municipal y así nos acompaña un buen equipo. Tengo fe que vamos a salir adelante con este proyecto.
¿Cuál cree usted que es el principal problema de la capital?
Se ha dejado de empoderar a la ciudadanía. Cuando estaba Norman, había puestos participativos y mesas distritales donde se les presentaba el presupuesto para cada zona, para cada distrito y eran los líderes comunitarios, líderes de barrios, colonias, de comunidades, que definían qué proyectos u obras se deberían hacer y en qué orden debían hacerse esas obras, ahora es el alcalde con sus amigos, con sus familiares que tienen contratados ahí en la alcaldía, quienes definen las prioridades, no la ciudadanía. Tenemos una administración municipal ausente. La alcaldía está siendo manejada a control remoto por los amigos del alcalde y por la familia del alcalde. Recolección de basura, ornato, pues, se han descuidado, se han descuidado mercados, los estándares de limpieza que había durante la gestión de Norman no son los mismos. El eje fundamental de la propuesta de gobierno del actual alcalde era seguridad y tampoco se ha hecho nada.
Usted ha dicho que ha habido contratos oscuros, ¿qué pruebas tiene sobre esto?
Había un inmueble que estaba a la venta en $6 millones por información de intermediarios de bienes raíces y estaban dispuestos en alquilarlo en $30,000 mensuales. La alcaldía ha comprometido por ese inmueble cerca de $25 millones, lo contrataron en $85,000 mensuales. No sé de quién es el negocio ahí, si será del dueño del inmueble, del alcalde o de la familia del alcalde. Definitivamente hay alguien que está haciendo un negocio redondo alrededor de ese inmueble donde han puesto el mercado Cuscatlán, cuando hay unas prioridades mucho más urgentes en la municipalidad. Hubieran podido construir 950 muros de contención en zonas vulnerables, más de 300 canchas de basquetbol o fútbol rápido...
¿Considera la biblioteca algo positivo?
Me parece un buen proyecto que haya una biblioteca municipal, me parece un buen proyecto que hayan iluminado San Salvador, pero lo que hay que ver es cuánto costó y si han pagado de más.
Sus detractores le cuestionan las pláticas con las pandillas, ¿qué responde?
Lo mismo que respondí en su momento, se tuvo que hablar con esa gente para que no bloquearan el derecho al voto a los simpatizantes de nuestro partido, como lo hicieron en la primera vuelta de presidenciales de 2014. No se les ofreció nada fuera de la ley y no me avergüenzo de haber sido el que tuvo valor de ir a hablar con esa gente.
¿Lo volvería a hacer?
En el mismo contexto y bajo las mismas circunstancias, sí, dentro del marco de la ley.