“Permite ayudar al fomento a nivel nacional de los huertos familiares para que las personas de manera individual, las mismas familias, puedan crear los huertos y que puedan tener ingresos”, afirmó el representante.
Solicitó excluir las semillas híbridas, mejoradas o transgénicas, sino solo semillas nativas, originarias o traídas de forma natural.
Ello, dijo, evitará el uso de agrotóxicos como el Glifosato, herbicida de amplio espectro. Como son huertos a pequeña escala, afirmó, pueden ser 100 % agroecológicos.
El movimiento advirtió que la pandemia les mostró que personas que tenían su huerto “estaban aliviadas porque tenían ahí sus alimentos”. Los diputados se mostraron abiertos al estudio, sin embargo, mostraron inquietudes sobre la propuesta de la semilla nativa.
Serafín Orantes (PCN) preguntó: “¿Cómo es posible que se prohíba las semillas de esta índole pero no prohibimos la entrada de la maseca, los Corn Flakes, el maíz amarillo para la elaboración de concentrados?”.
Roberto Angulo aseguró que se fomentaría el contrabando de semillas y “el que no va a tener acceso es quien nos interesa que produzcan más”.