El economista Héctor Dada Hirezi no ve cambios estructurales ni en los gobiernos de Arena y FMLN, como tampoco en el Plan Cuscatlán del presidente electo Nayib Bukele. Plantea desafíos para el próximo gobierno: diálogo, resolver el problema fiscal si es posible antes de tomar posesión y ser un conductor dialogante del país, algo de lo cual no ve señales. Advierte que necesita resolver el problema fiscal antes de tomar posesión y lanzar al inicio del gobierno dos o tres medidas dinamizadoras económicas y sociales. Señala que, si se dedica a una campaña por las elecciones de 2021, podrá ganarlas pero el país sufrirá.

 

¿Es razonable que las bases del FMLN le reclamen que no hizo cambios estructurales en la economía?

La reacción de las bases de los partidos depende mucho de su sensación de derrota, que es mucho más fuerte por la diferencia abismal. Soy de los que ha sostenido, lo dije en una carta que mandé al gabinete económico cuando me faltaban unos días para cumplir los 100 días, que era necesario comenzar a plantear las reformas de las que habíamos hablado en el proceso de transición, porque es claro desde que hace más de 15 años el modelo económico está agotado. Usted puede leer documentos de Fusades del 2003 donde con palabras menos duras dicen lo mismo: las políticas económicas ya no funcionan. Tenemos 23 o 24 años de bajo crecimiento, el único crecimiento que tuvimos fue en los primeros seis años de aplicación del modelo neoliberal, no se debió tanto al modelo, sino a la satisfacción de la demanda de inversiones y consumo pospuesta por la guerra, y al dinero del Estado nacional y cooperantes al servicio de la reconstrucción. El modelo nunca ha generado realmente crecimiento. Requería reformas por eso y también por la desigualdad.

 

¿Qué reformas no hizo?

Definir nuevos sectores estratégicos para el crecimiento de la economía, porque si la apuesta del país era una zona franca –presidente Calderón Sol– y no funciona, usted tiene que definir nuevos sectores estratégicos, que no se hace no solo desde el Estado, eso se hace conversando con los sectores productivos. Además, si la desigualdad se va convirtiendo en un problema crecientemente insoportable, tiene que tomar medidas para reducir la desigualdad no solo a través de los subsidios, un instrumento temporal, sino a través de las relaciones entre los empleadores y empleados; y respaldar las actividades productivas de los sectores menores, microempresa, autoempleo. No estoy hablando de pasar a un sistema capitalista a un sistema socialista, eso no se está planteando en ninguna parte del mundo, estamos planteando pasar de un modelo que apostó por determinados sectores que no produjo crecimiento y que necesita nuevas apuestas para dinamizar la economía y el desarrollo (...). Hay que crecer distribuyendo, sino, como ya lo acepta el FMI, eso se convierte en un entrampamiento del crecimiento.

 

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Uno de los retos es el fiscal. ¿Es suficiente combatir la evasión fiscal o es necesario cambiar las tasas?

El FMI, Fusades, AID, han dicho hace mucho tiempo que se requiere algunos nuevos impuestos y sobre todo estamos en una situación de emergencia en varios sentidos, la delincuencia, el Estado no produce el dinero ni lo baja de los árboles, se financia de los recursos de los ciudadanos y de las donaciones, porque los créditos hay que pagarlos. Para cubrir las necesidades extraordinarias, se necesita recursos extraordinarios temporales. Si saca la cuenta lo que se requiere de dinero en los planes de gobierno, en algunos se necesita dos veces el presupuesto nacional. Hay que ver dónde está esa evasión, esa elusión y esa apropiación indebida del IVA, mucha está en la informalidad, los cálculos se han hecho como si todo fuera economía formal y no solo me refiero a la informalidad del centro de las ciudades, también tenemos la economía informal de droga, que pesa en el producto nacional de una manera u otra y los cálculos son un poco exagerados pero además de difícil combate inmediato. Lo primero que usted tendría que hacer es un gran esfuerzo de formalización de la economía, se está diciendo desde los años 90. Ni la derecha lo hizo ni la izquierda lo hizo. Pero ahora prometen que automáticamente en el primer año van a recaudar el 80 % de mil y no sé cuántos millones (evadidos). Hay que decir que el plan de gobierno que presentó Bukele tiene nuevos impuestos.

 

El impuesto predial...

El impuesto predial, IVA diferenciado, impuesto a la herencia creo que tiene.

 

¿Ve financiable el plan Cuscatlán?

Tengo mis serias dudas. Hoy estoy oyendo que es un plan no a cinco años, pero yo quisiera más concreción. Sí, a mi me gusta la idea un tren de alta velocidad, no sé por qué no de Santa Ana a La Unión sino de Acajutla a La Unión, no lo ha explicado, tiene que ver con el desarrollo de la zona costera pero no sé cuán financiable sea un tren en esa ruta, creo que tendría pocos pasajeros y mucha carga. Un aeropuerto en la zona oriental parece que está demasiado cerca del aeropuerto de Ilopango, en un país tan chico, no sé cómo va a sostener dos aeropuertos internacionales que necesitan mucho flujo de pasajeros para poder ser rentables.

 

¿Ve cambios estructurales en el plan Cuscatlán?

En el mismo discurso de Bukele está la idea de que no está proponiendo nada estructural sino acciones. Sí está proponiendo que el impuesto sea más progresivo al cargar más a los que tienen más y menos a los que tienen menos, porcentualmente, hasta dónde es un cambio estructural, habría que verlo con las otras medidas económicas. No encuentro cuál es la imbricación entre los distintos sectores para tener una visión de cambio estructural.

 

¿Qué modelo vivimos?

Es un modelo conceptualmente neoliberal. Como Dani Rodrik decía en un libro donde cuenta su visita a El Salvador en 2003, aquí se habían aplicado las recetas del Consenso de Washington intentando ser lo más ortodoxos posibles pero desde el gobierno de Saca se comenzaron a hacer algunas variaciones en el sentido de combatir la excesiva desigualdad, algunos subsidios que comenzaron con Saca se intensificaron en el gobierno de Mauricio Funes pero no se cambió la lógica de funcionamiento del modelo, sus apuestas, seguimos privilegiando la maquila. Quizás la primera variación fuerte del modelo fue la dolarización porque uno de los precios más importantes en una economía que debía ser libre según el neoliberalismo sería la moneda, aquí se volvió rígido, todo lo que puede ser rígido. En la práctica se hizo un neoliberalismo aunado con patrimonialismo de Estado. Si usted revisa las revistas de los primeros Enades, en 2006 decían que no confiaban en el gobierno, no encontraban la razón por la cual el modelo en el que habían creído no crecía. Pero esa inestabilidad la sentían los grandes empresarios después de la alternancia.

 

¿Cuáles van a ser las señales claves en el gobierno de Bukele?

Una señal clave es su gabinete que tampoco yo como ansias, usted no recuerda a ningún presidente que haya mostrado su gabinete sino muy cerca de su toma de posesión. Pero desde ya se vuelve indispensable que asuma su papel como conductor del país generando diálogo, que ahí estamos viendo señales negativas. Él dice que no tiene nada que dialogar, que dialogar solo lleva a transacciones indebidas. Las transacciones indebidas no se llaman diálogo, los acuerdos a base de prebendas no se llaman diálogo, eso es compraventa de voluntades. Los que decimos que hay que dialogar estamos hablando de eso, hay que dialogar no solo con la embajadora de Estados Unidos, hay que dialogar con los sectores nacionales, porque no solo se trata de conocer sus problemas sino de involucrarlos en la solución de esos problemas, eso debería comenzar ya. Aquí estamos viviendo un terreno bastante largo al 1 de junio donde el presidente saliente ha perdido capacidad, él que era poco presente. Necesita comenzar a actuar, a generar confianza en diversos sectores de la sociedad no solo en la embajada de Estados Unidos.

 

¿Un buen gabinete y diálogo?

Un buen gabinete, no significa capaz técnicamente, hay que ser capaz políticamente, en el buen sentido de la palabra política ya que se ha vuelto muy peyorativa. Los funcionarios públicos tienen la obligación de hacer política con base a técnica, que es otra cosa, pero tener claro qué corriente de pensamiento van a asumir para resolver los problemas nacionales. La técnica no nos da una sola solución, la técnica nos da opciones. ¿Cómo va a resolver el problema de los impuestos? Hay muchas vías. Eso lo decide la política. Tiene que aprovechar el inicio de su gobierno para generar dos o tres acciones dinamizadoras tanto en el terreno económico como en el social. Si desperdicia la primera etapa de su gobierno en tratar de ganar las elecciones del 2021 puede ganar la elección del 2021 pero el país va a sufrir.



¿Cómo ve la posible integración de Gana y CD en el gabinete?

No sé y por lo que he escuchado de ellos, no saben tampoco. No estuve involucrado en la aventura electoral del CD. No tengo idea si van a participar. Escuché a varios diputados de Gana y al mismo presidente de Gana, Andrés Rovira, decir que no saben, que es el presidente el que lo decide. No sé cuánto va a durar el entendimiento de Gana y Bukele, algunos predicen que no mucho, yo no tengo ninguna idea. En este momento creo que nadie tiene claro cómo se va a restructurar la Asamblea, ni qué va a pasar con Arena ni qué va a pasar con el FMLN. Hay diputados que están actuando por la libre. Me preocupa porque, reitero, se necesitan partidos reestructurados, democratizados y no desaparecidos. Cuando desaparece el sistema de partidos, la gobernabilidad se ve muy resentida, si no, veamos Guatemala.

 

¿No ve que el camino sea desaparecer a Arena y FMLN?

Si son sustituidos por otras fuerzas que representen a los sectores que se han visto representados en Arena y FMLN, no hay problema, pero se requiere partidos fuertes y estructurados. También hay que estructurar adecuadamente el partido del Presidente, que tiene inscripción legal pero no estructura de partido... Si usted fuera de la directiva nacional de Nuevas Ideas no ubica estructuras departamentales ni nada, ¿verdad?

 

Algunos emisarios.

Pero esa es otra cosa. Pero no tiene estructura de partido. Es un movimiento, fluido, amorfo, conste, así dijo el Presidente cuando lo creó.

 

Horizontal.

Horizontal, pero eso no existe, usted sabe. Los movimientos horizontales son gobernados por el líder, que es el único que se levanta de la horizontalidad.

 

¿Y tiene corriente de pensamiento?

Él dice que no, pero uno puede descubrir una corriente de pensamiento en el plan de gobierno.

 

¿Más liberal?

Es liberalismo social. No estoy diciendo es bueno o es malo. O sea un liberalismo con preocupaciones de las condiciones de desigualdad de la gente.

 

Con medidas de asistencia...

O de generación de actividades productivas.

 

Una de las propuestas de Bukele para generar empleo es un Fondo de Garantía para fomentar créditos. ¿Podría funcionar?

Hace mucho tiempo se habla de fondo de garantía, yo sí creo que un fondo de garantía como ese puede funcionar pero cómo lo va a aplicar, depende. Conamype estuvo trabajando un tiempo con esa idea, hay fondos en Bandesal que pueden ser utilizados, hay una red de financieras para la micro y pequeña y empresa, que si se logra poner a trabajar con un fondo como ese puede producir mucha ocupación rentable, no empleo formal, ahora, también hay que preocuparse en la comercialización y capacitación de la gente para manejar sus empresas. Creo que una de las cosas más terribles del FMLN es que sin cambiar el modelo hizo muchas cosas positivas. Montarse en esa estructura sería una cosa muy importante.

 

¿Los retos del próximo gobierno?

Un reto es importante es no solo la defensa sino el fortalecimiento de la institucionalidad democrática del país, eso solo se puede hacer dialogando, hay que defender la autonomía de la Corte Suprema de Justicia, hay que darle más autonomía del funcionamiento legislativo, estoy de acuerdo en que no se puede generar gobernabilidad a base de prebendas, pero no se puede generar gobernabilidad sin diálogo, sobre todo que no tiene ninguna fracción y, cuando la tenga, va a tener que dialogar. La institucionalidad democrática es una cosa importante. Necesita acuerdos previos a su toma de posesión, un combate sólido en la delincuencia con la convicción que todo el plan en su imbricación de sectores tiene que generar condiciones para que esas medidas sean adecuadas. El autoempleo puede ser una medida contra la delincuencia si la liga a organización social, eso tiene que ser definido rápidamente en este periodo de transición y es evidente que el problema fiscal lo debe comenzar a afrontar hoy. Hay decisiones que debe tomar antes de tomar posesión.

 

¿Y esos acuerdos los puede generar con presión social?

Mire, en ciertas cosas puede lograr acuerdos con presión social. Usted puede generar una presión social sobre el edificio legislativo, pero la deuda, subir impuestos, tiene que evitarse una campaña de desgaste, que es muy fácil hacer una campaña de desgaste contra impuesto.

 

¿Qué mensaje le daría al presidente electo?

Difícilmente le puede dar mensajes a un presidente. Yo quisiera que tuviera un discurso ya no confrontativo, negociador en el buen sentido de la palabra, que se dedique a hacer política y que se preocupe por el bien común y que asuma con responsabilidad el cargo, en las condiciones críticas en que se el país tiene mucha más responsabilidad, y que haga que participe la mayor cantidad de salvadoreños en la solución de los problemas, eso requiere una dosis de humildad. Pero estos son mis deseos, no mis consejos.