Luego de una larga tensión en el diálogo por la falta de declaratoria de emergencia, las partes manifestaron que no se levantarán de la mesa hasta que concluyan la discusión de la nueva ley de emergencia y reactivación eco-nómica. / Óscar Machón


El Gobierno y la Asamblea Legislativa hicieron ayer su primer pulso en el diálogo, llegando a un punto muerto en donde el primero quería que se discutiera la declaratoria de la emergencia nacional y los diputados pedían avanzar en otros temas pendientes, entre los cuales se destaca la discordia sobre la reactivación del transporte público.

El secretario privado de la Presidencia de la República, Ernesto Castro, marcó distancia a la postura de diputados de Arena, FMLN y PDC, que no aceptaron la propuesta del Gobierno de posponer, de la fase 1 a la fase 2 de la reapertura económica, la reactivación del transporte público luego de una cuarentena domiciliar por el COVID-19.

El transporte público no fue incluido en una lista de actividades suspendidas en la primera fase, sin embargo, ambas partes iniciaron ayer el estudio de otro artículo que autorizaba el funcionamiento del transporte público.

Secretario privado presidencial y Cristina Cornejo. / Ó.M.


El secretario presidencial pidió aplazar la reactivación del transporte público, argumentando que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) prácticamente ha ubicado a América Latina como un “foco de infección”. El tema quedó pendiente de discusión junto a otros artículos en donde ambas partes no lograron consenso.

El impasse se dio por unas horas cuando el Gobierno pidió discutir la declaratoria de emergencia nacional, clave para que el Gobierno mueva recursos y haga compras directas, sin licitación, algo que el FMLN objetó expresamente, alegando preocupación por el uso discrecional de los fondos y la falta de informes por parte del Ejecutivo. FMLN, Arena y PDC exigen, además, informes de rendición de cuentas y se quejan de informes escuetos entregados por el Gobierno a la Asamblea Legislativa.

El representante del Gobeirno les dijo que rogaba a los diputados por las herramientas y el diputado Guillermo Gallegos, de Gana, tildó de mezquindad no dar esas herramientas al Ejecutivo. René Portillo, de Arena, lo tildó de discurso de tarima, y advirtió al Gobierno que esperaba que su discurso no concluyera en que se levantaran de la mesa.

Diputado Rodolfo Parker en el diálogo ayer. / Óscar Machón


Luego de varias horas de tensa discusión, el secretario privado presidencial cedió a discutir los temas pendientes como lo solicitó Arena dejando para después la discusión de la emergencia nacional.

Todas las partes manifestaron que no se levantarán de la mesa. Mientras tanto, el presidente de la República, Nayib Bukele, acusaba a la “mayoría” de la Asamblea de ser delincuentes y a la Asamblea de querer la muerte de los salvadoreños.