La encuesta se realizó entre el 11 y 23 de abril a 172 personas, 62 de estas con participación voluntaria. Al menos 45 aún están recluidas y 17 ya salieron de cuarentena.
De acuerdo al estudio, el Gobierno ha hecho test PCR a un 60 % de albergados y, de este grupo, un 82 % desconoce los resultados de sus exámenes clínicos.
En cuanto a quienes ya fueron dados de alta, un 94.1 % se hizo la prueba de COVID-19 antes de salir de cuarentena; sin embargo, más del 75 % de este grupo nunca obtuvo respuesta de los exámenes realizados, ni un diagnóstico preciso.
El rector de la Uca, Andreu Oliva, explicó que la mayoría de las exigencias de recluidos están orientadas a la falta de información, problemas de organización, deficientes condiciones para prevenir el contagio, malos tratos y la falta de pruebas de COVID-19.
Lloraban todos los días
El Instituto aplicó además el Inventario de situaciones y respuestas de ansiedad (ISRA) para explorar las conductas de afrontamiento en estas personas durante la cuarentena
Un 51.1 % de las personas manifestaron preocupación; 46.7 %, inseguridad; un 40 %, problemas de concentración y otro 40 % sintió temor, todas características de la ansiedad.
Las respuestas fisiológicas como el dolor de cabeza se manifestó varias veces por semana en un 17 % de las personas; palpitaciones en un 23.5 % respiración acelerada un 5 % todos los días. Un 5.9 % lloraba todos los días y tenía sensación de parálisis.