El magistrado Aldo Cáder Camilot, nombrado primer vocal de la Sala de lo Constitucional, dice que ya tenía claro que, si un político le ofrecía un favor a cambio de su elección, se iba a retirar del proceso. Se define como constitucionalista progresivo con sentido de actualidad y no cree que serán una repetición de la Sala de lo Constitucional anterior porque el pensamiento evoluciona, como tampoco descarta la reversión de sentencias si hay fundamentación suficiente.
¿Cómo evalúa el proceso de elección de magistrados?
Ha sido un proceso con aspectos positivos y negativos. Ha habido avances, todas las distintas etapas se expusieron más al público, al control de la ciudadanía, de los medios de comunicación, en el caso del Centro de Estudios Jurídicos (CEJ), de donde provine como candidato, se hizo todo un proceso interno de selección que fue expuesto a la ciudadanía, toda la fiscalización que se tuvo en el día de votación de la Fedaes (Federación de Asociaciones de Abogados). Siempre aparece como deuda que otras gremiales no hicieron algún proceso de elección, creo que eso podría mejorarse. Se pasó a la etapa legislativa en la cual hubo avances, toda la población se pudo dar cuenta de nuestras respuestas, de nuestros criterios. Este proceso en la Comisión Política que, si bien, hay deudas de una deliberación mayor o más amplia, pero solo el hecho de estar escuchando en la televisión son pasos importantes. Como aspecto negativo, hacen falta parámetros más claros de elección legislativa. Si bien es una elección política, fuera bueno que la Asamblea Legislativa en su reglamento interno tuviera parámetros técnicos. En esta exposición pública, no me imaginaba que iba a ser tanta, se hablan un montón de cosas de los candidatos y a veces no necesariamente son cosas ciertas.
Hubo reuniones privadas de los diputados, ¿es normal?
Reuniones privadas, yo así lo veo, quizás entre comillas, porque los diputados tienen diferentes espacios para platicar sobre los temas legislativos, cuando están en comisiones, en el pleno y en sus oficinas. Es como nosotros acá en Sala, hay reuniones de Sala, pero no quita que yo pueda ir a un despacho de uno de los magistrados y comentarle cómo veo determinado caso. El problema de la Asamblea es que no todo se transmite, la población quisiera que al cien por ciento de lo discutido estaría transmitido. Pero yo entiendo que ahí hay negociaciones en las comisiones y pláticas que tienen los diputados en el transcurso del día. Todo en conjunto es la deliberación política, lo importante es que el corazón de la elección se haga en la Comisión Política y eso sí sea abierto al público.
Ya tienen una demanda contra el proceso de elección.
Sí, hay una demanda de inconstitucionalidad contra nuestro colega (Roberto) Calderón. Estaría por agendarse pero aquí hay que acordarse que también hay otras demandas, ahorita entra a la cola. Por el orden de entrada, vamos a tener que conocer ese caso.
¿A qué corriente jurídica pertenece?
Esto de la corriente jurídica es un tema bien complicado, a veces uno puede decir que pertenece a una determinada corriente jurídica y sea mentira. Uno habla por la manera en cómo resuelve, cómo escribe, cómo da una cátedra en aulas universitarias. A mí me gusta una corriente que sea constitucionalismo con sentido de actualidad, constitucionalismo progresivo, en cuanto a que las interpretaciones de la Constitución sean con sentido de actualidad tomando en cuenta la realidad en que estamos, no interpretar la Constitución como que estuviéramos en el contexto de 1983 sino en el contexto actual. Luego, hay corrientes de pensamiento que uno no puede dejar de ver del todo. Uno podría pensar ‘la legalidad, el positivismo jurídico y hay que hacer lo que estrictamente dice la ley’, en algunas ocasiones, sí. Si la ley me dice que tengo 15 días para resolver un conflicto entre Presidencia y Órgano Legislativo, tengo 15 días, no puedo inventarme ni interpretar ‘No son 15 sino 150 días’, ahí hay que aplicar literalidad, esa es corriente de pensamiento positivista. A veces, uno no es que ‘Voy con esta línea de pensamiento y me olvido de las demás’. Lo bueno es tomar lo mejor de cada línea.
Nidia Díaz habló de pluralidad de la Sala y se refirió a que aceptaran las propuestas de partidos. ¿Se puede interpretar como un reparto de cuotas partidarias?
Habría que ver en qué sentido la diputada mencionaba esto. Si fuera en el sentido que las propuestas de los partidos son distintas porque les gusta una corriente de pensamiento jurídico, estaría bien, pero si era el tema político partidario, no, no es eso lo que pide la Constitución. Supongo que la diputada mencionaba que cada partido podía hacer propuestas en virtud de que tienen ciertas líneas de pensamiento jurídico.
¿Usted sabe por qué partido fue propuesto?
Si la memoria no me falla, mi nombre empezó a aparecer en las listas de la coalición, ARENA, PDC, PCN y luego en el desarrollo de la discusión, mi nombre también empezó a aparecer en el partido FMLN, GANA, no partidario, al final tuve una votación de 83 votos.
¿Tiene alguna simpatía o cercanía con algún partido?
No. Nunca he participado en política, ni de aspectos partidarios, siempre he sido alguien que ha desempeñado cargos jurídicos, técnicos, cuando trabajé en la Sala de lo Constitucional, de 1996 a 2006 y luego paso a la Superintendencia de Competencia y ahí trabajé de 2006 al 2018, pude desempeñarme como abogado independientemente del partido que estaba en el Gobierno. Eso es muestra que mi trabajo no está empañado por intereses partidarios, ideológicos. Eso sirvió para que mi candidatura fuera vista con buenos ojos por los diputados.
¿Qué mensaje vio cuando los diputados les piden que no repitan lo de la Sala de lo Constitucional anterior?
Es natural porque cuando un tribunal resuelve está contenta la parte que ganó y enojada la parte que perdió. La ciudadanía puede estar tranquila que cada Sala es distinta, hemos entrado cuatro magistrados y tenemos ideas nuevas y dinámica de trabajo distintas. Una Sala no va a ser igual que la otra. La ciudadanía va a poder juzgar si hemos sido una buena Sala o mala Sala. Traemos disposición de trabajar con nuestra propia dinámica sin voltear a ver cómo trabajó la otra Sala. Sí, están los precedentes que hay que respetar, pero solamente, no es que uno viene aquí con la línea de seguir haciendo lo mismo, todo va a cambiar, la línea de pensamiento evoluciona, para bien o para mal, retroceder y cambiar algún criterio de manera justificada o potenciar un criterio de la Sala anterior. Lo más seguro es que en ocasiones vamos a estar de acuerdo y potenciando alguna decisión de la anterior Sala y en algunos casos cambiando la decisión de una manera fundamentada. Lo que sí es claro es que si entramos a algunos temas es porque la ciudadanía nos lo pide, yo no tengo a nadie en la calle presentando demandas para conocer un tema por mi gusto, absolutamente lo negamos los magistrados. Se sabe que hay personas muy activas que presentan demandas, las vamos a tener que atender. Hay mucha controversia, van a activar la Sala, nos va a llevar a temas coyunturales, de importancia, trascendencia.
¿No se puede afirmar si se revertirán sentencias o no?
No, definitivamente, no se puede afirmar. No sabemos qué casos van a venir. Si vienen, habría que ver si en verdad son idénticos y luego la decisión colegiada. Es incierto.
¿Cuáles son sus retos en la Sala de lo Constitucional?
Uno de mis principales retos es el impulso de la Ley Procesal Constitucional nueva, moderna, que ayude a la Sala de lo Constitucional, a la población, a entender el trabajo de la Sala, que recoja las necesidades actuales de la Sala; apostarle a la independencia, a emitir resoluciones de calidad, con una fundamentación adecuada, proporcional y que logremos una dinámica de trabajo que nos pueda permitir ir sacando los casos en tiempos normales. Que no vaya a haber casos que se queden entrampados por problemas de deliberación interna de la Sala o por otros intereses.
¿Cómo van a hacer para enfrentar la mora y a la vez darle seguimiento a las sentencias?
La primera acción es reunirnos de emergencia más de lo que se venía reuniones la anterior Sala, mantenernos con esa dinámica de reuniones cotidianas y dándole tiempo suficiente para ir sacando la mora. En cuanto a la ejecución de las sentencias, tengo que saber qué fundamentación ha tenido porque no está en Ley de Procedimientos Constitucionales pero uno piensa que es algo inherente a cualquier tribunal, pero hay que hacer la diferencia entre incumplimiento y reincidencia.
¿Cuál es su opinión sobre la sentencia que abrió las finanzas de los partidos políticos?
No lo tengo estudiado a profundidad pero todo lo que abone a la transparencia lo veo bien, si viene alguna demanda de esa naturaleza, analizar bien la fundamentación de la anterior Sala; en principio los temas que abonen a la transparencia son bienvenidos pero tomando en cuenta las problemáticas que puede traer en términos de seguridad personal, empresarial, eso hay que ver cómo se balancea.
¿Cuáles son los retos dentro de la Corte Plena?
Son muchos. La Corte Plena ha sido un tema para mí nuevo, fui colaborador de la Sala de lo Constitucional. Es más de lo que yo esperaba. Corte Plena ve hasta el permiso de un juez que necesita dos días de permiso para un tema personal familiar, desde que se va a suspender a algún notario, se va a sancionar un empleado porque faltó dos días al trabajo. Hay un montón de temas administrativos, más los temas fuertes, como Probidad, hay que dedicarle tiempo a Corte Plena y lograr empaparme y tratar de llegar con espíritu de suma, para tratar de dinamizar la Corte Plena. Lo que sí no se puede hacer es obviar los temas.
¿Cuáles son las mayores deudas en Corte Plena?
No le podría decir ahorita, es un tema que voy conociendo, pero se me ocurre un poco más de explicación de qué hace Corte Plena. Muchas veces la gente dice ‘No resuelve’ pero sí se ven muchas otras cosas y hay una gran cantidad de trabajo ahí. Eso pudiera ser un reto, transparentar un poco más los temas que ve Corte Plena.
¿Se podrían abrir las sesiones de Corte Plena?
Se podía pensar en algunos momentos de las deliberaciones momentos públicos, pero fuera bueno que estuviera reglamentado, si no, se sale de la mano esos aspectos. A veces hay temas reservados, confidenciales. Esos pasos se pueden dar a todo nivel del Órgano Judicial pero lo ideal es que esté basado en ley la oralidad en Corte Plena.
¿Qué pensó cuando Probidad comenzó a activarse?
Uno ve con buenos ojos cuando una oficina pública está trabajando, en un sentido o en otro, que si se resuelve como yo quiero, eso es otra cosa de tema probatorio. Contento como ciudadano, de decir hay una oficina que está velando por que los funcionarios públicos no nos enriquezcamos ilícitamente, eso es bueno. Luego se vio como que estos temas ya no aparecían en la agenda, pues, uno se extraña, todas las cosas de la Corte tienen que ir avanzando. Nos vamos a poner en autos de qué es lo que ha pasado, tal vez tiene su razón de ser o no. Pero es documentarnos, sumarnos a que esos temas se comiencen a ver y que lleven su tramitación normal.
¿Cómo impulsaría el combate a la corrupción judicial?
Ahí hay varios puntos que se ven en Corte Plena, uno de esos temas es Probidad, la depuración judicial que siempre aparece, que es importante tomar con la debida seriedad las investigaciones contra los jueces, que no sean investigaciones a la ligera y tratar de indagarme cómo es el proceso de nombramiento de los jueces, prestarle la debida atención para hacer nombramientos de personas idóneas al cargo, la idoneidad que tanto se hablaba de los magistrados de Sala Constitucional o Civil, la tenemos que buscar hacia abajo, juez de paz, juez penal, juez civil. No quisiera ver ese tema a la ligera, ah, es una investigación judicial o profesional de un abogado, y tomarlo como un tema menor.
¿Qué sentido tiene haber reservado los casos exonerados de Probidad?
Pudiera ser en cuanto a la presunción de inocencia, si se investigó y no se encontró nada, uno pudiera pensar que en nada abona que se conozcan detalles del patrimonio de la persona, la resolución sí debe ser pública para que la ciudadanía pueda controlar si la decisión está fundamentada. Si hay una decisión bien fundamentada, parecería excesivo que el patrimonio se abra.
¿Hizo cabildeo con algún partido?
Nosotros nos apoyamos mucho en nuestra gremial, multiprofesional, no como algunos insinuaban que era un despacho jurídico, hay empleados públicos, docentes, gente de despachos, exfuncionarios, la gremial nos impulsó, creyó en nuestros perfiles. Nosotros dijimos cualquier duda que tengan sobre nosotros, que sea la gremial, para nosotros no contaminar el proceso. Que haya habido algún acercamiento informal, comiendo se puede encontrar algún funcionario, alumnos puede estar trabajando en la Asamblea Legislativa, es algo natural que uno se encuentre y le hagan comentarios sobre su hoja de vida. Las reuniones que pude haber tenido, que me encontré a alguien en un evento, en la calle, todas fueron preguntas que me hicieron para conocer la trayectoria personal y mi pensamiento jurídico. En ningún momento nadie me hizo una petición de: ‘Mirá, te vamos a poner ahí a cambio de que este tema lo resolvás así’. Si eso me lo hubieran pedido, yo ya lo tenía claro desde un principio y lo platiqué con mi familia, que si me llegaban a hacer una petición de esa naturaleza, yo prefería dar un paso al costado. Tengo la tranquilidad de que puedo resolver aquí conforme a mi criterio y que ese criterio algunas veces va a caer bien a algún sector, algunas veces, no. Lo importante es resolver conforme a la conciencia de uno y a la formación profesional que uno tiene. Nos podemos equivocar, somos seres humanos, Dios mediante, sean equivocaciones menores, lo importante es resolver de manera imparcial.