Bukele habla con Trump y conversan sobre desafíos mutuos y ONG apoyadas por Soros

Jueves 07, Noviembre 2024 - 11:45 AM
Donald Trump y Nayib Bukele. / Imágenes de AFP (octubre 2024) y @nayibbukele (2020).

Revela que conversión sobre efectos "a veces dañinos" de ayuda estadounidense y también sobre "su estrategia de podcast".

El presidente de la República, Nayib Bukele, reveló este jueves que tuvo su primera plática, telefónica, con Donald Trump luego de que el expresidente estadounidense ganara las elecciones del martes con 295 votos del Colegio Electoral de los 270 necesarios contra los 266 de la vicepresidenta Kamala Harris. "Lo felicité por su contundente victoria el martes y conversamos sobre el fuerte mandato que recibió del pueblo estadounidense y la importancia que tiene su elección para el mundo", informó el mandatario salvadoreño a través de la red social X, de Elon Musk. Bukele reveló además que en su conversación hablaron sobre estrategias de comunicación de campaña, al referirse al uso de este formato por Donald Trump, quien durante su campaña ha usado el podcast como recurso y ha participado en podcast como Impaulsive del youtuber Logan Paul y con el comediante Joe Rogan, quien tiene 18.3 millones en YouTube y 886,700 seguidores en Spotify.
Bukele: periodistas financiados por Soros son activistas políticos El mandatario salvadoreño, así como Donald Trump, es crítico del filántropo George Soros, quien es fundador de Open Society Foundations, una red activa en más de 120 países que respalda proyectos de organizaciones a favor de la libertad de expresión, derechos humanos, transparencia gubernamental, políticas climáticas y también buscan combatir la discriminación a las comunidades LGBTQI. En El Salvador, OSF ayuda a medios de comunicaciones y organizaciones de la sociedad civil. En El Salvador, el triunfo de Trump ha generado expectativa sobre una posible deportación masiva hacia América Latina y un recorte de la ayuda estadounidense a las organizaciones de la sociedad civil. Globalmente, también hay expectativas sobre un giro en la política estadounidense en torno a los conflictos entre Rusia y Ucrania, y entre Israel y Hamás, y Hezbolá, en Gaza y Líbano, respectivamente.