¿Cómo escapar de la rutina?
Martes 21, Mayo 2019 - 8:00 AM
Repetir las mismas tareas o actividades todos los días nos hace desarrollar un comportamiento automático y, en ocasiones, descontrolado.Desde que suena la alarma por la mañana, hasta que nos vamos a dormir por la noche, caemos en una rutina. Escapar es necesario para evitar el estrés, y mantener un equilibrio entre las responsabilidades y la vida cotidiana.El cerebro humano es como una computadora con múltiples aplicaciones, pero si siempre utilizamos los mismos circuitos neuronales para desarrollar nuestra actividad física y mental caemos en una rutina que lo puede atrofiar. La falta de tiempo lo hace difícil, sin embargo, no es imposible. Para liberar nuestra mente y cuerpo de la rutina, te recomendamos seguir estas prácticas:DESCONÉCTATELa tecnología absorbe gran parte de nuestro día. Es necesario dejarla de lado al menos dos horas antes de dormir.El estudio JÓVENES Y COMUNICACIÓN. LA IMPRONTA DE LO VIRTUAL, realizado por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de España, reveló que sin las nuevas tecnologías, el internet y las redes sociales, los jóvenes no sabrían cuáles actividades realizar para integrarse y socializar.ATRÉVETE A LO NUEVOExplora lo desconocido. Conoce nuevos lugares, personas y platillos.¿Por qué? No obtenemos ningún beneficio de vivir en la zona de confort. En psicología este término se refiere a un estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, adoptando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo, es decir, con el "piloto automático”.ACTIVA TU CUERPOActividades como el baile, el ejercicio y las caminatas te llenan de energía.Si volvemos al punto anterior, salir de la zona de confort, el ejercicio es un excelente aliado. Muchas personas toman fuerza después de un duro momento y realizan cambios positivos en su vida, se inscriben al gimnasio o a esa clase que siempre desearon, y poco a poco van notando resultados, no solo en la forma como luce su cuerpo, sino en sus emociones. Fuente: Revista Vidasana