Manuel Chino Flores: "Hay que ser oposición inteligente, no podemos ser una oposición cobarde"

Manuel "El Chino" Flores es uno de los dos candidatos que se disputarán la silla de la secretaría general del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) este domingo en elecciones internas. Su contendiente es Simón Paz, concejal de San Salvador Centro y exalcalde de Mejicanos. Flores es salvadoreño, biólogo graduado en Nicaragua, exalcalde de Quezaltepeque por tres periodos y exdiputado. Fundó la Asociación Salvadoreña de Amistad con el Pueblo de China (Asachi) en 2004. Flores dice que "no es fácil" lo que van a enfrentar, llama a ser "una oposición inteligente", no cobarde, pero también a no estar en "pleito permanente". Él está seguro de que el FMLN se recuperará. "En tres años nos vamos a ver las caras", dice. –Ayer se hablaba de irregularidades por inscripción de gente que no cumple los requisitos, ¿cómo ha visto en general el proceso eleccionario dentro del FMLN? Siempre hay señalamientos, inconformidades de alguna gente que quisiera que las cosas salieran como se quiere, al igual que cada candidato quiere ganar, pero esta es una competencia fraterna, interna, para elegir organismos de dirección departamental, municipal. Es importante destacar algo: entre más gente participe, sean veteranos, jóvenes, el partido sigue vivo. La Comisión Electoral ha sacado un pronunciamiento, se ha tenido un mes completo para señalar irregularidades, pero ¿por qué faltando dos o tres días aparecen? Un mes completo que la gente se ha acercado a las comisiones electorales departamentales a resolver la situación, que aquí faltaba un documento... Pero estar poniendo demandas contra compañeras que quieren participar, pues, la libertad existe y ahí está el reglamento que permite cualquier tipo de situación que vaya acorde a la no violación de los estatutos y además cumpliendo la Ley de Partidos Políticos. Este proceso, que ha durado casi dos meses desde la institución, para mí es una fiesta. Aquí no es que "vamos a ganar", "vamos al poder", no, es una responsabilidad de conducir el partido, no es fácil lo que vamos a enfrentar.

–¿Cuáles son los obstáculos que enfrenta el FMLN en un nuevo ecosistema político donde la oposición está reducida al mínimo? Reducida al mínimo, pues, sí, pero los espacios de representación no es todo. Usted ve partidos que están representados en la Asamblea pero tienen abandonadas a sus bases. ¿De qué sirve tener mayoría con sus aliados?, si el pueblo está aguantando hambre, hoy la gente añora y extraña al FMLN, el partido que estaba cercano a la gente y aún sin diputados y sin alcaldes, estamos en el territorio. Esa es la diferencia entre partidos electoreros y partidos como el nuestro que están permanente con la gente. –¿No es necesario tener diputados para ser oposición? Es que usted es oposición teniendo o no diputados. Esos son cargos de elección popular. Ahí está viendo los resultados: abandono del pueblo por completo, alcaldes inexistentes y llorando su desgracia, porque hasta aplaudieron que le quitaran el poder porque reciben mandatos. No son autónomos, la Asamblea no es autónoma, por lo tanto, no hay separación de poderes y, entonces, ¿de qué se trata esto?, ¿hay aumentos al salario mínimo?, no, el precio de las cosas, altas; ¿la gente se sigue viendo el país?, sí. ¿Para qué quiere diputados?, ¿para que no le cumplan al pueblo? Claro, en tres años nos vamos a ver las caras, es otra realidad la que vamos a enfrentar. –¿Usted cree que en tres años e FMLN se recupera, se levanta? Sin duda alguna, ni lo dude. –¿Cuántos diputados esperan tener en tres años? No. Tampoco. Estamos en un proceso de elección de las autoridades, vamos a hacer nuestro plan estratégico para cinco años enraizado en el corazón del pueblo y después vamos a hacer los análisis electorales. Apenas comenzamos a partir del lunes una nueva etapa y con una visión clara, cambiando el método pero no los principios. –Mucha gente dice que el FMLN los ha decepcionado, ¿las ideas del FMLN no funcionaron o nunca fueron aplicadas? Es que no son las ideas del Frente, son algunos malos funcionarios y malos dirigentes que decepcionaron a la gente a la base, eso es lo que yo escucho ahora que visito los todos los lugares pero la gente ahí está, la militancia, los afiliados, los simpatizantes, lo que ha faltado es estar con ellos en el territorio, acompañándolos en sus demandas, en sus esfuerzos. Por supuesto que uno de los papeles que yo voy a tener después de ganar el domingo es acompañar las demandas de los programas de los veteranos y de sus familiares, sus necesidades elementales, acompañar su lucha y, claro, mucha gente reclama la ausencia de las dirigencias desde siempre. Por supuesto que así es, ¿pero en el partido como tal qué culpa tiene de algunos corruptos que estuvieron en el gobierno y se fueron y están enfrentando demandas?, lo que tienen que hacer es defenderse pero, mientras no sean condenados, son inocentes. Nosotros aquí estamos. El partido quedó en segundo lugar a pesar de los ataques miserables a los que fuimos objeto, especialmente tu servidor. Aquí estamos dando la cara, no me fui y aquí voy a seguir. –Después de estas internas, ¿cuál debe ser el estilo del FMLN como partido de oposición? Eso depende de quién gane, el método, pero los estatutos y la mística no está en juego. Está en juego la mística. Yo soy alguien territorial, me gusta estar con la base, vengo de ahí, voy a ser el primer secretario general no comandante. Comienza con una historia diferente en la manera de conducir el partido, sin cambiar la mística. A mí me preguntan: ¿cuál será su plan de campaña, su plataforma?, nada, cumplir los estatutos, ahí está lo que hay que hacer en organización, capacitación, medio ambiente, mujeres, jóvenes. Ahí está. –¿Qué significa ser el primer secretario general que no fue comandante del FMLN? Es el cambio de los tiempos, verdad, la nueva era, usted sabe que el FMLN está lleno de diferentes generaciones. Yo me considero de la tercera generación y, por eso, creo que en el proyecto que viene es la combinación perfecta de experiencia y juventud, la combinación perfecta de los años, la mística, la revolución, el internacionalismo y la solidaridad es lo que va a regir en estos años que vienen. Lo que va a cambiar es el método, es la manera de conducir. ¿Será una oposición acérrima crítica del gobierno o propositiva? De todo, a atropellos nos vamos a enfrentar y hay que ser una oposición inteligente, no podemos ser una oposición cobarde, una oposición que va a acompañar al pueblo en sus demandas, no que suplante al pueblo, que lo acompañe. Por supuesto que estamos viviendo en un país donde se requiere el apoyo de todos para sacar adelante la economía, yo por lo menos presenté una propuesta que quizá fue el único candidato que presentó propuestas serias, una plataforma de más de 199 propuestas en todo tipo de materias económicas, sociales, deportiva, cultural, educativa, de salud, relaciones internacionales. Entonces, no podemos nosotros aspirar a estar en pleito permanente cuando lo que pretendemos es volver a gobernar el país.

–¿Bukele logrará bajar los precios así con lo que está haciendo, como lo anunció en cadena nacional? Yo no creo que una persona logre bajar los precios, debe ser una estrategia o un plan estratégico a largo plazo, no es con un decreto. No es por órdenes que las cosas van a bajar. Es aplicar estrategias económicas serias. Nuestro país no produce nada, una metodología clara de recuperar el agro de dar la atención a los productores, de dar la atención a la industria, pero no es así nomás por mandato de 'hágase, apartan del mar, hágase la luz', no es así nomás, ese tipo de conducción autoritaria no funciona en ninguna parte. ¡Imagínese un pipián cuánto vale! –¿Hay división en el Frente por Bukele? No sé. Por lo menos yo tengo mi posición y cada quien tiene la suya. Cuando usted habla de división, respecto si le va al FAS, al Águila o al Alianza, eso es cada quien ya, pero en la perspectiva, como tal, uno debe respetar la institucionalidad. Respecto al gobierno de Bukele, muchos pueden opinar lo que quieran, no va a haber un cisma respecto a eso. –¿Hay democracia en El Salvador? No, no hay democracia, aquí hay autoritarismo. ¿Dónde ha visto un presidente dándole órdenes a una Asamblea Legislativa?, ¿dónde ha visto a alcaldes llorando sin su autonomía?, ¿donde les dan sobras y no hacen obras? Entonces, ¿qué democracia hay cuando ni siquiera se sabe en qué se gasta el dinero del pueblo, cuando se reserva durante siete años, donde no se sabe cuánto ganan los ministros, donde por pensar diferente es perseguido?