Mesa por la Soberanía Alimentaria preocupada por baja de $68 millones al MAG en presupuesto 2025
El recorte presupuestario pondría en peligro la reducida capacidad de atender al sector, aseguran las organizaciones.
La Mesa por la Soberanía Alimentaria, que aglutina 20 organizaciones, pidió este sábado al gobierno que apruebe "asignaciones presupuestarias realistas y eficientes" al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con el fin de que esta cartera de Estado atienda la crisis del sector agropecuario. Los integrantes de la mesa, que también piden diálogo con el Gobierno, exhortan a que se contrate en el MAG al "personal idóneo que vele por el campesinado y la producción de alimentos que respete el medio ambiente". En una conferencia de prensa, advierten en la propuesta de proyecto de presupuesto 2025 "una reducción de $68 millones" en relación al presupuesto actual del MAG del año 2024, es decir, el presupuesto modificado. "Notándose una reducción en el presupuesto proyectado del CENTA, pasando de $9.3 millones en 2024 a $6.8 millones en 2025, es decir un 28 % de reducción; además se proyecta una reducción de 359 plazas para el MAG lo que pondría en peligro su ya reducida capacidad de atender las necesidades del sector", reclamaron. Para el año 2025, el presupuesto del MAG disminuirá de $159.14 millones que se programaron y modificaron durante el presente año a $91.45 millones, una cifra similar a la que inicialmente se había programado en el presupuesto votado 2024 para el MAG y que al final sufrió modificaciones. La Mesa por la Soberanía Alimentaria lamenta que, según el anuario estadístico del MAG, "más de 10 mil manzanas de maíz y más de 11 mil manzanas de frijol ya no se cultivan desde la temporada 18-19". Recriminaron también el alto costo de la vida y la pérdida de más de 1.26 millón de quintales de maíz (7 %) y 299,000 quintales de frijol (13 %) desde la temporada agrícola 21-22. Entre sus peticiones, están una reserva estratégica nacional de alimentos abastecida nacionalmente, desistir en el intento de introducir semillas transgénicas al país, aumentar el salario mínimo para equiparar a los constantes aumentos de la Canasta Básica Alimentaria y fomentar mercados locales campesinos sostenibles.