Estados Unidos no enviará tropas a luchar en Ucrania, afirmó este martes la Casa Blanca, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, no descartara la idea.
Alemania, el Reino Unido, España y otros aliados europeos de Kiev se opusieron este martes al envío de tropas occidentales a Ucrania, después que el presidente francés, Emmanuel Macron, no descartara la víspera esta idea.
Sus declaraciones al término de una reunión de mandatarios europeos en París generaron un sismo en Europa, que obligó al resto de países a posicionarse y provocó una advertencia por parte de la presidencia rusa.
"No le conviene para nada a esos países", declaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, para quien plantear esa posibilidad supone "un nuevo elemento muy importante" en el conflicto.
El lunes, Macron organizó una conferencia de aliados occidentales de Kiev en París para recabar un mayor apoyo para Ucrania, cuando su guerra para repeler la invasión rusa entró en su tercer año y disminuyen sus reservas de municiones.
Moscú reivindicó este martes la ocupación de otro pueblo ucraniano cerca de Avdiivka, una ciudad del frente oriental que tomó a inicios de febrero tras una larga batalla, y afirmó haber destruido un tanque estadounidense Abrams en el este de Ucrania.
La postura del presidente ruso, Vladimir Putin, se está "fortaleciendo" en el frente de Ucrania y a nivel interno, advirtió la víspera Macron, para quien su "derrota" es "indispensable para la seguridad" en Europa.
Preguntado en rueda de prensa sobre la posibilidad de enviar tropas occidentales, Macron aseguró que no había consenso, pero precisó: "No hay que descartar nada".
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, cuyos detractores lo consideran cercano a Moscú, aseguró tras la reunión que había países "dispuestos a enviar sus propios soldados a Ucrania".
Según una fuente militar europea, Estados Unidos se mostró bastante favorable a la propuesta, que los aliados europeos estudian desde hace varias semanas.
"No habrá soldados"
Pero muchos de los aliados europeos de Kiev negaron este martes esa posibilidad. "No habrá soldados en suelo ucraniano enviados allí por países europeos o países de la OTAN", dijo a la prensa el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.
España, Italia, Polonia, Suecia y República Checa se pronunciaron en la misma línea, así como un funcionario de la OTAN que aseguró que "no hay planes de enviar tropas de combate" a Ucrania. El Reino Unido aseguró que no prevé un "despliegue a gran escala".
Para Moscú, la presencia de tropas de países miembros de la OTAN volvería "inevitable" una confrontación directa entre Rusia y la alianza militar.
Pero el canciller francés, Stéphane Sejourné, precisó que estos efectivos se dedicarían a "nuevas acciones" de apoyo a Ucrania, como desminado o lucha contra ciberataques.
Para Rym Momtaz, investigadora del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), "no se está hablando de soldados en primera línea de combate, sino de actividades específicas lejos del frente".
Macron habló de cinco ámbitos prioritarios: desminado, seguridad de países vecinos como Moldavia, la lucha contra los ciberataques, apoyo a Ucrania en su frontera con Bielorrusia con fuerzas no militares y fabricación conjunta de armamento en suelo ucraniano.
Los aliados occidentales de Ucrania sí apoyaron crear una nueva coalición para suministrar a Ucrania "misiles y bombas de medio y largo alcance", y una iniciativa para ayudar a Kiev a comprar municiones fuera de la Unión Europea.
"Mensaje triple"
"Un pequeño número [de occidentales], voluntarios o fuerzas especiales" ya se encuentran en Ucrania, explicó a la AFP Alexander Gabuev, del centro de reflexión Carnegie Russia Eurasia Center. Pero su presencia es limitada y no oficial.
El envío de tropas representa un tabú para los países de la OTAN para evitar una escalada con la potencia nuclear rusa, pero, a lo largo del conflicto, muchas líneas rojas cayeron progresivamente, como el suministro de misiles de crucero.
Para el exsecretario general adjunto de la alianza militar Camille Grand, las palabras de Macron representan una "importante señal política".
"El mensaje es triple: a los ucranianos, les decimos que estamos dispuestos a correr riesgos junto a ellos; a Rusia, que esta guerra es muy importante para nosotros; y a la opinión pública, que lo que está en juego es tan importante que no podemos descartar esta posibilidad", indicó a la AFP.
Cada vez hay más dudas sobre la viabilidad del apoyo a largo plazo de Estados Unidos a Ucrania, especialmente ante la posibilidad de un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y cuando un nuevo paquete de ayuda sigue bloqueado en el Congreso.