Teorías conspirativas y amenazas, la nueva realidad electoral de EEUU
Miércoles 30, Octubre 2024 - 5:55 AM
Encuestas apuntan que más de un tercio de los estadounidenses desconfía de su sistema electoral.
Durante veinte años, la estadounidense Cindy Elgan organizó sin problemas las elecciones en Esmeralda, un pequeño condado rural del estado de Nevada donde todos se conocen. Pero ahora sus vecinos creen que ella es parte de una conspiración para impedir que Donald Trump gane la presidencia.
Pese a que el candidato republicano arrasó allí con el 82,14% de los votos en 2020, su derrota a nivel nacional sembró dudas entre miembros de esta pequeña comunidad, que quieren remover a Elgan como secretaria del condado.
"No confío en el resultado de la elecciones de 2020", dice Mary Jane Zakas, una maestra retirada que se define como una "ciudadana patriótica".
Haciéndose eco de una teoría muy repetida entre los conservadores, Zakas cuestiona las máquinas de votación que se utilizan hace tiempo en el condado, y defiende que las papeletas sean contadas manualmente.
Elgan, que conoce a cada uno de los poco más de 600 votantes de este condado ubicado en medio del desierto, lamenta que la desconfianza minara la comunidad luego que Trump se negó a reconocer el triunfo del demócrata Joe Biden en 2020.
"Los funcionarios electorales están haciendo todo lo posible para garantizar que la gente pueda observar (el proceso) y devolver la confianza a los votantes", dijo en su oficina de Goldfield, un autoproclamado "pueblo fantasma viviente".
Pero para Zakas, la única forma de confiar en el resultado de las elecciones del 5 de noviembre es que no haya máquinas de votación, un escenario improbable.
Varios funcionarios retirados de Nevada consultados por la AFP declinaron ser entrevistados. "No quiero exponer de nuevo a mi familia", dijo uno de ellos. Según una encuesta del Centro EVIC de 2022, el 25% de los funcionarios electorales declararon haber sufrido abusos o amenazas entre 2020 y 2022.
Burgans, amenazada de muerte en 2022, es parte de ese núcleo. La creciente tensión ha llevado a la adopción de nuevas medidas de seguridad.
Chalecos y vidrios antibalas, rejas, sistemas de seguridad electrónica, cámaras de vigilancia e incluso francotiradores policiales apostados en los edificios de votación y drones sobrevolándolos son algunas de las medidas tomadas por cientos de condados en estas elecciones, explicó Tammy Patrick, de la Asociación Nacional de Funcionarios Electorales.
En Los Ángeles, perros rastreadores inspeccionan las papeletas que llegan por correo.
"En varios lugares del país (...) han recibido correo con sustancias. Algunos eran fentanilo, uno tenía metanfetaminas, y otros un polvo blanco", dijo Patrick. "Es un momento muy serio".
Burgans, al igual que su equipo, carga kits de naloxona, un agente usado en casos de intoxicación por opioides, por si alguna boleta enviada por correo está contaminada con fentanilo.
Otra novedad para los funcionarios es el tiempo dedicado a explicar a los votantes el funcionamiento del proceso electoral en aras de restablecer la confianza.
"La mayoría de la gente está dispuesta a conversar", dice Burgans. Pero hay otra "que se empeña en decir que hay trampa", agrega. "Por mucho que intente explicarles los hechos, siguen creyendo en la desinformación que se les ha dado".