Francisco Guerrero, Laura Chinchilla, Rubén Álvarez y María Casullo participaron ayer en la jornada de estudios. / D. García


Cuatro estudiosos discutieron ayer sobre los riesgos para la democracia en la región latinoamericana que pueden generar la desinformación, el populismo y la antipolítica en un foro organizado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y la fundación Hanns Seidel.

El secretario para el fortalecimiento de la democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Guerrero, señaló que la “veracidad de las noticias” es esencial para el debate en toda sociedad democrática, pero que, cuando la información es objeto de manipulaciones “conlleva a una clara amenaza a los cimientos de los sistemas democráticos”.

Guerrero sostuvo que el periodismo tradicional sufre cada día dificultades frente a un activismo fanático y que los órganos electorales son instituciones desprestigiadas con este mecanismo.

“Hay mucho dinero circulando en las redes sobre el cual todavía no tenemos mucha información”, advirtió sobre el uso de “bots” y “netcenters”.

Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, aseguró que las redes sociales han ayudado a darse cuenta que existe vida política entre elección y elección y no cree que pueda decirse que hayan perjudicado la democracia. “No creo que podamos ser conclusivos, cuando analizamos casos como Venezuela o Nicaragua, en donde no existe democracia, líderes de oposición que han sido perseguidos han podido dar a conocer parte de su opinión gracias a las redes sociales”, ejemplificó.

Chinchilla recordó que el populismo no tiene ideología y tiene efectos muy nocivos sobre la democracia. “Busca exaltar las emociones –más que el debate racional– y muchas veces recurre a dañar instituciones democráticas, algunos principios de la convivencia social”, observó.

No opinó sobre si el gobierno salvadoreño es o no es populista pero destacó que el uso de las redes sociales ha sido una herramienta “bien utilizada” en la administración de Nayib Bukele y que, por ello, hay más gente interesada en la agenda pública.

Por su parte, Rubén Álvarez, director de comunicación del Instituto Nacional Electoral (INE) de México, cuenta que la verificación de noticias les ayudó a desmentir noticias falsas publicadas por diferentes medios a través del proyecto “Certeza” y la iniciativa de periodismo “Verificado”. Subrayó que los convenios con Twitter y Facebook les ayudó a evitar noticias falsas.

María Esperanza Casullo, docente universitaria en Argentina, aseguró que el populismo es una manera de construir poder político con una narrativa de “héroe, villano y daño”, siendo necesario un adversario. Sin embargo, sostiene que todos critican el populismo cuando quien lo practica es el adversario.

Señaló que el recambio en los países se está dando entre populistas de signos opuestos, subiendo la fragmentación.

 

Populismo según María Casullo

 

¿Qué es?

Es una estrategia y forma de construir poder político, generar identidades y ganar elecciones. Tiene un discurso que habla del mundo y lo explica, generando repertorios para la acción concreta.

 

Un líder

El mundo que explica es uno dividido entre un “nosotros” y un “ellos” enfrentados. El populismo está concentrado alrededor de un líder, quien define quiénes son “el nosotros” y quiénes son “ellos”.

 

Genera identidad

El populismo funciona porque esta distinción entre “nosotros” y “ellos” genera repertorios de acción e identidades, que puede ser la base de un movimiento épico o un partido.

 

Hablan con mitos

Los populistas hablan con mitos, explican lo que sucede en donde hay un héroe, el pueblo, que se enfrenta con un villano culpable de una injusticia. Puso ejemplos: Cristina Kirchner y Donald Trump.