En tiempos donde la seguridad, la libertad y la privacidad juegan un rol clave, Nostr aterriza en El Salvador como una excelente alternativa a las redes sociales tradicionales. ¿Qué tiene de diferente? Muchas cosas, pero quizás la más importante es que es una red social descentralizada y sin censura. Es más, no utiliza verificaciones de identidad ni tampoco hay que dejar un correo electrónico para abrir una cuenta.

Desde hace casi una semana, aprovechando el evento Adopting Bitcoin, están el país la alemana Tanja Bachle, vocera de Nostr, y el español Jordi Llonch Esteve, de la plataforma Satlantis, cliente de Nostr, quienes platicaron con Diario El Mundo sobre este nuevo fenómeno. Es cierto que no es una red de criptomonedas, pero está dentro del universo crypto porque su operatividad se asemeja mucho a Bitcoin.

“Somos miembros de un equipo que intenta difundir una tecnología nueva, que no tiene nada que ver con blockchain. Nostr es un protocolo descentralizado, un poco como bitcoin, con el objetivo de descentralizar la información y una forma de poder verificar que lo que uno dice en línea es la persona que lo ha dicho”, explica Jordi.

Nostr es libertad de expresión

“Así como Bitcoin significa libertad monetaria, Nostr es libertad de expresión”, complementa Tanja. “Hemos visto en los últimos meses que Brasil había prohibido Twitter, así que no había opción de comunicarse. Nostr no es un clon de Twitter, pero es una introducción para los que entendieron por qué es tan poderoso. Si realmente te preocupas sobre tu propia identidad, Nostr es la solución para eso”, agrega.

Nostr -viene de Notes and Other Stuff Trasmittted by Relays- es una red social donde cada usuario debe crear una cuenta a través de la generación de una llave privada y una pública. Los mensajes viajan a través de una red de nodos, también conocidos como repetidores o relés. Fue creada por un desarrollador cuyo pseudónimo es fiatjaf. Tanto Tanja como Jordi aclaran: “Nostr no es una plataforma: es un protocolo de conexión”.

“Es un protocolo, de la misma manera que bitcoin es un protocolo. Y tú puedes tener, por ejemplo, una billetera con Wallet of Satoshi, yo puedo tener Blink, y aunque sean billeteras diferentes, yo te puedo enviar bitcoin y tú lo puedes recibir, porque por debajo de las billeteras, existe este protocolo”, afirma Jordi.

“Aquí es igual, solo que en vez de llamarse billeteras se llaman clientes, hay varias aplicaciones que se llaman clientes. Yo, por ejemplo, represento a Satantlis, que se especializa en viajeros, turistas y bitcoiners... Entonces, es una forma de encontrar personas que piensan como tú en esta red social, que utiliza el mismo protocolo. Eso significa que si mañana Satlantis cerrará, toda la información que los usuarios han usado y han publicado, sigue estando allí y la pueden recuperar desde otro cliente”, continúa el español.

Sin correo ni datos personales

Acceder a una cuenta es relativamente sencillo, ya que Nostr no requiere ningún correo electrónico ni ningún otro dato personal. Solo la generación de un par de claves, una privada y otra pública, que se crean de forma automática al entrar al protocolo, desde el cliente seleccionado, que podría ser Satlantis u otra.

“Jordi representa a Satlantis, pero lo bueno es que cada uno va creando la red, es código abierto, cada quien puede construir en él... Esto no es como Instagram, donde si ellos te bloquean o te ponen restricciones, pierdes todo: tu identidad, tus seguidores... No puedes llevarte esos seguidores a Tik Tok”, ejemplifica Tanja en un inglés muy británico. Y agrega: "Si al gobierno de turno no le gusta lo que estáis publicando, lo que pasó en Brasil, no pueden bloquearte. Esa es la belleza de Nostr, si de repente ya no me gusta Satlantis o me eliminan, yo me puede llevar todo a otro cliente”.

Hace meses que Tanja y Jordi están viajando por el continente americano hablando de Nostr como evangelizadores. Empezaron en Argentina, continuaron en Brasil y ahora están en El Salvador, la tierra donde el Bitcoin es moneda de curso legal y donde ven un mercado ávido de novedades. Ambos coinciden que Nostr, con todas sus ventajas, llegó para quedarse.