La actividad comercial en el Centro Histórico de San Salvador comenzó a reanudarse ayer tras poco más de cinco meses de la entrada en vigor de las medidas de confinamiento para frenar el avance del covid-19.
Pese a que el comercio informal había retomado algunas actividades en los últimos días, el flujo de peatones en el corazón de la capital apenas comienza a resurgir.
Desde el fin de semana varios negocios formales aledaños al primer cuadro de la capital comenzaron a adecuarse con medidas de bioseguridad, mientras que otros ya están en operaciones.
Entre los comerciantes que han salido a la calle -tras hacerse efectiva la reapertura de la economía- destacan los que están ofreciendo una amplia gama de mascarillas, desde las quirúrgicas que se venden a cinco por un $1, pasando por KN95 que se gritan a dos por $1 y las que tienen estampados a dos por $1.
Canastos, carretillas, puestos, cajas, mesas… las mascarillas son, por ahora, el artículo más ofrecido; incluso se encuentran opciones hechas de tela personalizadas con personajes de los cómics, la TV y el cine, logos y emblemas de equipos de fútbol nacional o internacional.
Vendedores se alistan
La venta, sin embargo, esconde varios dramas. Diego Samuel Melara explicó que ahora es lo que le está ayudando a salir adelante. “Antes a lo que me dedicaba era a hacer tatuajes temporales y a vender camisas; cuando vino el virus todos mis ingresos se vinieron abajo, todo a cero. Esto de la venta de la mascarilla al inicio fue bueno, ya después como la gente siempre va botando la venta me está yendo un poco más bajo”, dijo mientras gritaba su producto en la Plaza Barrios.
Varias cuadras adelante, sobre la Calle Rubén Darío, Elsa Chévez cuenta que sobrevivió al covid-19. Relató que varios comerciantes y conocidos murieron por la enfermedad, pero que las necesidades obligan a volver.
Resumió que la pandemia “es lo peor que ha visto en 30 años”de estar instalada en la zona”, pero no se resigna a quedar de brazos cruzados. “Yo digo que venga el pueblo a comprar, ya estamos varios ubicados, aquí si no quieren tocar dinero hay alcohol para echarles. Hay mascarillas (…) para que la gente se sienta cómoda, nos ponemos las mascarillas, hay alcohol en gel para lavarnos las manos”, indicó.
Chévez dijo que la situación es complicada pues no recibió el bono del Gobierno y aún debe préstamos por un incendio que acabó con su puesto de donde vende mosquiteros y ropa de niños. Aseguró que por ahora solo ha recibido oferta de un banco para dar apoyo financiero.
El retorno del sector informal estaba contemplado hasta la tercera etapa del plan de reapertura económica del Ejecutivo, prevista para septiembre próxima. Sin embargo, desde junio pasado, con la primera fase, se comenzaron a incrementar las ventas en el centro de San Salvador.