Cada uno con su saque, fue imposible que ambas parejas tomaran ventaja una de otra. Así fue en el primer set, donde los alemanes solo pudieron ganarlo en el desempate. Fue 7-5 por apenas detalles.
Algo parecido ocurrió en el segundo set, donde fue imposible que se quebraron el servicio. Chelo, muy sólido en la red y firme con el saque, dio un partido notable, pero no le alcanzó. Otra vez llegaron al tiebreak, y los alemanes en tres ocasiones sacaron ventaja a través de mini quiebres, pero la reacción del salvadoreño y el croata igualó todo. Así es que como levantaron incluso dos match points. Sin embargo, poco pudieron hacer en la tercera ocasión.
Ganar el título para Arévalo-Pavic habría sido un broche de oro para un año espectacular, pero a pesar de la derrota en la final de Turín, igualmente lo es. Terminaron el año como mejor pareja del mundo, de forma indiscutible, además de ganar un Grand Slam (Roland Garros) y un Masters 1000 (Cincinnati). Nada mal por ser el primer año del salvadoreño y el croata jugando juntos.
El año 2025 será un gran desafío. Hay que defender puntos, conservar el número uno y tratar de superar todo lo que se hizo en 2024.