Bayern de Múnich derrotó este martes 1-0 al París SG en la quinta fecha de la liguilla de la Champions, un resultado que complica el devenir de los hombres de Luis Enrique en la máxima competición europea.
El gigante bávaro de Vincent Kompany enderezó el rumbo en una competición en la que encadena ahora dos victorias, para situarse provisionalmente 11º, fuera todavía de los puestos que dan acceso directo a octavos de final (1º al 8º).
Pero mucho más oscuro se presenta el panorama para el conjunto francés (26º), que ni siquiera figura entre los 24 primeros de los 36 equipos en liza, lo que, de terminar así, lo dejaría eliminado de la competición antes incluso de las rondas eliminatorias (del 9º al 24º disputan un repechaje a ida y vuelta).
Más atrevido en ataque en el Allianz Arena, con las líneas más adelantadas e imprimiendo mayor movilidad al balón, el líder de la Bundesliga encontró premio tras un remate de cabeza del central surcoreano Min-Jae Kim después de un despeje de puños falto de contundencia del arquero ruso Matvey Safonov a la salida de un córner (38).
Cuando, ya en el segundo acto, el PSG parecía haber dado un paso al frente, llegó la expulsión por doble amarilla de Ousmane Dembelé (56), que devolvió la tranquilidad a los locales.
Con cuatro puntos -y sólo tres goles marcados- en cinco partidos, el PSG no podrá tropezar en los tres partidos que le quedan por delante en la primera fase; Salzburgo fuera, Manchester City en el Parque de los Príncipes y nuevo viaje a Alemania para visitar al Stuttgart.