El estado de alarma y preocupación se ha declarado en el Real Madrid. Los pupilos de Carlo Ancelotti apagaron, aparentemente, el fuego de Anfield, donde cayó por 2-0 y con un partido muy pobre, venciendo en casa (2-0) al Getafe. Pero solo fue un oasis en el desierto de fútbol de un equipo al que le cuesta dominar los partidos y que sigue sin la claridad ni efectividad que le hizo campeón de Liga y Champions el curso pasado.
Al Real Madrid y, sobre todo, a Kylian Mabppé se le atragantó San Mamés, después de fallar su segundo penalti consecutivo minando aún más su confianza, lejos de las expectativas que generó su fichaje. La derrota les hace comenzar esta jornada, aunque con un partido menos, a cuatro puntos del Barça (37).
Así, con 34 puntos, los blancos necesitan darse una alegría y no ceder más ritmo ni puntos, aunque jugarán de nuevo después del FC Barcelona, que visita el Villamarín, lo que le puede generar aún más presión. La derrota en Bilbao fue un golpe a la línea de flotación del equipo madridista como visitante, cayendo en Liga lejos del Bernabéu por primera vez desde septiembre de 2023 --llevaba un balance de 13V y 8E--.
La reacción madridista debe llegar en un periodo exigente del calendario, con tres salidas consecutivas --la más complicada el martes en Bérgamo con la Champions en juego--, por lo que también la gestión de la plantilla, con bajas sensibles, es crucial. 'Vini', que volverá en Bérgamo, sigue sin estar disponible, como Carvajal, Alaba o Militao, mientras Camavinga sigue apurando su recuperación.
El partido en San Mamés dejó señalados en el Real Madrid, como Fede Valverde con su error en el definitivo 2-1, aunque el uruguayo es indiscutible en el once y repetirá en Montilivi. Sus acompañantes apuntan a ser Aurélien Tchouameni, Luka Modric --fue suplente en Bilbao-- y Jude Bellingham, obligado a coger los galones con un Mbappé desconectado y que será titular junto a Rodrygo Goes, lo único salvable ante el Athletic.
Este equipo busca darle la vuelta a la situación rápido, empezando por Montilivi, donde el curso pasado vivió un plácido encuentro con triunfo por 0-3 gracias a un Bellingham estelar. Aunque el Girona le ha ganado dos de las cuatro visitas del Real Madrid, la más reciente en abril del año pasado. Pero en nada se parece este Girona al de la campaña pasada, con mucho menos colmillo y mucho más desorden.
Aunque Míchel Sánchez empieza a darle sentido a su equipo, ya centrado en escalar posiciones en la tabla y mantener su buena racha en Liga. Y es que acumulan cuatro partidos ligueros sin perder --tres victorias (Leganés, Getafe y Espanyol) y un empate (Villarreal)-- y son octavos con 22 puntos, a solo 2 de puestos europeos.
Así, van dejando atrás su mal inicio de temporada, también vaciando poco a poco una enfermería ahora integrada solo por Viktor Tsyngankov y Yangel Herrera. Además, ya no tienen esa presión europea, casi sin opciones de avanzar a los 'playoffs' en la Champions, aunque con la reciente pena copera, tras caer en la segunda eliminatoria de la Copa con el Logroñés en penaltis.
Ante el Real Madrid quieren resarcirse y seguir con la buena dinámica liguera y colarse, por primera vez desde la cuarta jornada, en posiciones europeas. Y para ello, Michel repetiría gran parte del once que consiguió rescatar un punto de su visita al Estadio de la Cerámica, siendo la incorporación de Blind o Francés como tercer, central en detrimento de Danjuma, la principal novedad.