Ni sus jugadores se ven tan idolatrados como el seleccionador de Paraguay, Gustavo Alfaro, por los resultados logrados en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026, reforzados por el empate "heroico" 2-2 ante Colombia el martes en Barrranquilla.

Con paciencia infinita, el director técnico argentino que ha enderezado el rumbo de la selección paraguaya en el premundial se retrató con decenas de hinchas que salieron a su paso y que le costó una hora abandonar el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, en las afueras de Asunción.

Alfaro produjo el milagro de sacar del pozo al combinado guaraní al que "solo le falta la tesis", según sus propias palabras, para inscribir el nombre de Paraguay en Norteamérica-2026 tras una ausencia de tres mundiales.

"¡Proverbio chino, muchachos!" es una de las directrices que transmitió a sus pupilos para comportarse ante la adversidad.

Colombia había abierto el marcador a los 43 segundos de iniciado el partido a través de su letal delantero Luis Díaz y pareció mostrar su superioridad y contundencia con la segunda conquista, de Jhon Durán a los 13 minutos, cuando los albirrojos no se habían acomodado.

Sin embargo, en el epílogo del primer tiempo descontó el defensa Junior Alonso de cabeza al aprovechar un córner de Diego Gómez.

El atacante Julio Enciso terminó por silenciar el repleto estadio Metropolitano de Barranquilla a los 62 minutos, con un derechazo desde fuera del área que se colgó en el ángulo del portero Camilo Vargas.

Ocho partidos invicto

Desde que Alfaro tomó las riendas de Paraguay, en agosto pasado tras la Copa América de Estados Unidos-2024, mantiene un invicto de ocho partidos en las eliminatorias, con cuatro victorias y empates, sumando 16 de los 21 puntos que ostenta el equipo en la tabla.

En su debut en la doble fecha de las eliminatorias de setiembre pasado, cuando Paraguay deambulaba en el fondo de las posiciones, igualó 0-0 con Uruguay en Montevideo y venció 1-0 a Brasil en Asunción.

En octubre le empató 0-0 al duro Ecuador en Quito y venció 2-1 a Venezuela en la capital paraguaya.

En noviembre pasado dio el golpe definitivo de autoridad al vencer a Argentina con Lionel Messi por 2-1 en Asunción e igualar en los 4.150 metros sobre el nivel del mar de El Alto con Bolivia (2-2).

El pasado jueves, mientras tanto, derrotó a Chile de local 1-0 y este martes se trajo un meritorio empate de atrás 2-2 con Colombia.

El "Cazador de Utopías Imposibles", como se describe en su libro, el estratega que llevó a Ecuador a Catar-2022 aterrizó en tierra guaraní cuando las papas quemaban.

Con su compatriota Daniel Garnero de DT, Paraguay había acumulado apenas 5 puntos, ubicado en la séptima posición luego de seis partidos disputados de las eliminatorias con un saldo de una victoria, 2 empates y 3 derrotas.

Ahora cuenta con 21 puntos, mismo puntaje que Uruguay (tercero) y Brasil (cuarto), pero en quinto lugar en las posiciones por diferencia de goles.

El clasificatorio, al que le quedan cuatro fechas por disputar, otorga seis cupos al Mundial de 2026 y al séptimo. hoy Venezuela con 15 puntos, la posibilidad de una repesca intercontinental.

De ahí el entusiasmo que irradia su presencia en lugares públicos.

Antes de esta doble fecha de marzo se viralizó su encuentro con el repositor de un supermercado que lo abrazó y lloró al reconocerlo.

"Profe, me cuesta mucho llegar a fin de mes. Mi única alegría es la selección. Lo que hacés me cambia la vida", le dijo. Alfaro relató su encuentro en conferencia de prensa.

"¡Se acordó de mí! El profesor se acordó. Esto no tiene precio, es impresionante. Voy a llevarlo en mi corazón hasta la muerte", expresó el empleado a periodistas.

Con el empate con sabor a triunfo ante Colombia, el crédito de Alfaro se elevó a los cielos.

Pero el seleccionador advierte: "El otro día les dije a los muchachos: la única manera de que la cabeza no se vaya más allá de la altura de los hombros es teniendo los pies sobre la tierra. Si yo me creo todo lo que me dicen, lo más probable es que me peguen un cachetazo y me tiren al piso. Proverbio chino, muchachos: todo clavo que sobresale recibe un martillazo. Estamos más cerca, pero falta".