“No lo esperaba este año, se dio, y voy con todas las ganas. Confío en los jugadores y sé que vamos a salir adelante. Yo no prometo campeonatos, no prometo Champions League ni nada por el estilo porque tampoco me gusta andar vendiendo humo”, dijo desde su casa de Montevideo. Ilusionado, detalló el impacto que tuvo la noticia de su llegada al FAS, ya que “no paraba de sonar el teléfono, tengo como 200 mensajes por contestar”.
“Nunca fui un tipo políticamente correcto. Voy a dar lo mejor de mí para poder caminar tranquilo en Santa Ana, lo voy a dejar todo por el club. Tuve la oportunidad de jugar y dirigir en equipos con mucha afición y hoy me toca llegar a un gigante al cual respeto mucho. Que la gente se quede tranquila que no vamos a pasar zozobra”, comentó. Además, explicó que hoy sábado por la tarde llegará a El Salvador.
“Estoy seguro de que vamos a enderezar al equipo. Mi primer objetivo es mantenernos siempre en Concacaf, la gente se lo merece. Y luego ir por todo”, comentó. Además, dijo que no le molestan las críticas: “No sé si hay muchos entrenadores en El Salvador que hayan dirigido en Ecuador, Bolivia o Uruguay o han clasificado a una Copa Sudamericana como yo lo hice en el Real Potosí”, enumeró para darse crédito.
También desmintió que no dirige desde 2018: “El año pasado dirigí aquí en Uruguay, en el Deportivo Italiano”. También confesó que ya no quería salir más del país; sin embargo, la oferta del FAS cambió todo. “El Águila fue el primero que me llamó, cuando estaba en Ecuador. Después rechacé equipos de Guatemala, me llamaron incluso dos equipos de la Serie B de Ecuador y dije que no... Pero esto de FAS es otra cosa, es una ilusión que uno tenía desde hace mucho tiempo. Estaba esperando esta oportunidad...”