Fue, además, la primera vez en la historia de las eliminatorias mundialistas sudamericanas en que la Seleção no logra vencer ninguno de los dos partidos contra la llamada Cenicienta de Sudamérica, la única selección de la zona que nunca ha disputado el Mundial.
En la primera vuelta del clasificatorio, cuando era dirigida por Fernando Diniz, empató 1-1 en Cuiabá en octubre de 2023.
Tras encadenar el mes pasado por primera vez en más de un año dos victorias seguidas (contra los colistas Chile y Perú), la Canarinha ofreció un buen juego y dominó la primera parte contra Venezuela, aunque cayó de rendimiento en el segundo tiempo.
Con un planteamiento netamente ofensivo, con cuatro atacantes (Vinicius Junior y Savinho en las bandas, Raphinha de media punta e Igor Jesús como centrodelantero), y la verticalidad de Bruno Guimaraes y Gerson en la medular, Brasil dispuso de varias oportunidades para adelantarse en el marcador antes del descanso.
Pero debió conformarse apenas con un punto, que lo deja en la tercera posición con 17 unidades, cinco menos que el líder, Argentina, a la espera del duelo que sostendrán Uruguay (cuarto con 16) y Colombia (segunda con 19) la noche del viernes en Montevideo.
- Intermitente -
La circulación rápida y el juego directo de los pentacampeones del mundo, con una fuerte presión sobre la defensa y medios venezolanos, facilitaron constantes ataques brasileños, algunos de los cuales rozaron el gol o exigieron al portero Rafael Romo.
No fue hasta el minuto 43, con un gran lanzamiento de falta de Raphinha, de brillante momento en el FC Barcelona, que Brasil logró finalmente ponerse por delante en el marcador, haciendo justicia a lo que se vio en el césped hasta entonces.
No obstante, el Scratch no logró mantener el mismo nivel en la segunda parte, mostrando una intermitencia que se está convirtiendo en marca de Dorival Júnior.
El tempranero gol de Telasco Segovia antes del primer minuto de la parte complementaria desconcertó a Brasil, que volvió a ofrecer una imagen gris y sin ideas.
Los cambios claramente ofensivos de Dorival Júnior en el segundo tiempo (entraron Luiz Henrique, Lucas Paquetá, Gabriel Martinelli y la perla Estevao) no ayudaron a mejorar el juego de un equipo que se estrelló contra el cerrojo venezolano.
Como en partidos pasados, a pesar de contar con atacantes que destacan en sus clubes, le costó crear el mismo peligro en el área rival que en la primera mitad.
- Vinicius, apagado -
En este punto, aunque aliviados tras el flojo arranque de las eliminatorias, las miradas vuelven a recaer especialmente en su jugador más mediático, Vinicius Junior, que falló un penalti sufrido por él mismo en el minuto 62 y su posterior rebote.
Tras unos primeros 45 minutos en los que, como sus compañeros, estuvo a un buen nivel, rozando el gol, Vinicius, segundo en la lucha por el Balón de Oro de 2024, volvió a mostrar su peor versión en la parte definitiva.
El error desde los once metros pareció afectarlo. En el tramo final, insultó al árbitro y se encaró agresivamente con los jugadores venezolanos. Y, por encima de todo, se olvidó de lo que mejor sabe hacer: desequilibrar.
Los números del atacante del Real Madrid no engañan: apenas cinco goles en sus 36 partidos con Brasil, y una única anotación en los diez encuentros disputados en 2024 con el equipo de su país.
Lograr que Vinicius recupere su mejor nivel con la Seleção se está convirtiendo cada vez más en una urgencia para el DT, todavía más con los jóvenes Savinho y Estevao llamando a la puerta para ocupar las dos bandas de Brasil.
Contra Uruguay, el martes en Salvador (nordeste) y ante su afición, Brasil tendrá una nueva oportunidad para redimirse y consolidarse en la zona de clasificación directa.
Una victoria convincente traería alivio antes de los dos grandes desafíos que tendrá en sus próximos partidos, en marzo: ante Colombia y Argentina, que ocupan las dos primeras plazas en el camino hacia el Mundial de Norteamérica de 2026.