Estas cifras revelan una realidad preocupante: la desigualdad salarial persiste y la carga del trabajo doméstico recae desproporcionadamente sobre las mujeres. / Foto DEM.
A pesar de los avances en igualdad de género, las mujeres en El Salvador continúan enfrentando desafíos significativos en el ámbito laboral y social. Según el estudio "Violencia sexual contra las mujeres en el mundo del trabajo" publicado por ORMUSA en 2022,
las mujeres ganan un 16.9% menos que los hombres, independientemente de su nivel educativo, y dedican 25.5 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado, en comparación con las 7.2 horas de los hombres.
Además, el estudio revela que 6 de cada 10 mujeres han sufrido violencia sexual a lo largo de su vida, y 1 de cada 4 enfrenta violencia laboral, incluyendo acoso sexual y gritos.
Estos obstáculos estructurales limitan la participación de las mujeres en la economía, lo que resulta en una pérdida de potencial tanto para ellas como para el crecimiento de las empresas. La falta de igualdad de oportunidades no solo afecta a las mujeres, sino que también tiene un impacto negativo en el desarrollo económico y social del país.
Ante esta situación, es fundamental empoderar a la próxima generación de mujeres. Las jóvenes y niñas adolescentes son clave para lograr cambios duraderos en la sociedad. Sin embargo, es necesario garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las mujeres y niñas, en toda su diversidad.
Para abordar esta problemática, se requieren acciones concretas por parte del gobierno, las empresas y la sociedad en general. Es necesario implementar políticas públicas que promuevan la igualdad salarial, la conciliación laboral y familiar, y la prevención de la violencia de género. Las empresas deben adoptar prácticas laborales inclusivas y equitativas, y la sociedad debe fomentar una cultura de respeto y valoración de las mujeres.
Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos construir un futuro más justo e igualitario para todas las mujeres y niñas en El Salvador