"Bienvenidos a Bitcóin Berlín, aquí se vive con bitcóin", se lee en un rótulo a la entrada de esta pintoresca ciudad ubicada 110 km al este de San Salvador, donde en el último año creció la presencia de bitcoiners extranjeros y locales, que antes se concentraban solo en la playa El Zonte (suroeste).
Tiendas, hoteles, almacenes de abarrotes, bares, restaurantes, gasolineras... más de un centenar de negocios operan en esa criptodivisa en Berlín, de unos 18,000 habitantes.
"Con la elección de Trump (...) tenemos la esperanza de que el bitcóin crezca", lo que hará que el pueblo genere "más trabajo, más ingresos", afirma a la AFP Flores, de 43 años, mientras sirve a un cliente una aromática taza de café. En el mostrador destaca un servilletero en forma de "B".
Primer país del mundo en adoptar, en 2021, el bitcóin como moneda de curso legal junto al dólar, El Salvador tiene a su presidente Nayib Bukele, afín a Trump, como el mayor promotor de la criptomoneda.
Recientemente dijo estar convencido de que con Trump habrá "una revalorización exponencial" del bitcóin, cuya cotización torna alrededor de los $100,000.
Trump, que busca impulsar las criptomonedas, prometió en campaña hacer de Estados Unidos "la capital mundial del bitcóin y de las criptodivisas".
"Vivir" del bitcóin
Gerardo Linares, de 32 años, decidió dejar San Salvador en 2023 para asentarse en Berlín con la idea de fomentar el uso del bitcóin y "educar" a comerciantes y clientes para ello.
Ahora el pueblo cuenta con el "Centro Comunitario de Bitcóin", donde Linares y otros realizan talleres de formación y graban pódcast.
"Hicimos un poco de ruido en redes sociales (y) empezaron a venir extranjeros", contó Linares a la AFP en el centro comunitario, en cuya fachada se anuncian clases de inglés, de informática y de uso del bitcóin.
Una veintena de ciudadanos de Francia, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia e Irlanda llegaron a vivir a la ciudad y colaboran con ese proyecto.
"Yo vivo en un estándar bitcóin: me pagan en bitcóin (...) y gasto en bitcóin aquí", en un 95%, asegura a la AFP el francés Quentin Ehrenmann, de 28 años, quien llegó en octubre de 2023.
El irlandés Charlie Stevens, de 28 años, quien estudió matemáticas y trabajó en España, destaca la libertad con la que operan las transacciones en bitcóin "sin que nadie se entere".
"Desconexión" con la gente
Berlín tiene un clima fresco y atrae los fines de semana a muchos turistas. En su parque central, Julio Cruz, de 53 años, vende coloridas artesanías como una lora verde de madera, de cuyo pico cuelga una "B".
"Ha sido una buena experiencia, muy positiva, creemos que bitcóin es la solución para alcanzar nuestra independencia económica, a futuro vamos a tener mejores resultados", expresó.
Pero el optimismo en Berlín contrasta con la mayor parte del país. Una encuesta publicada este mes por la Universidad Centroamericana (UCA) reveló que un 92% de los salvadoreños no usó el bitcóin en 2024.
"Las autoridades continúan insistiendo (en el bitcóin) como una apuesta en materia económica, pero vemos una desconexión con lo que la gente piensa sobre el criptoactivo", dice Laura Andrade, directora del Instituto de Opinión Pública de la UCA.
El miércoles, el Congreso aprobó reformas a la ley que regula el uso del bitcóin para que su uso en el sector privado sea voluntario y ya no obligatorio.
El economista César Villalona opina que el bitcóin es inestable y solo sirve "para la especulación".
Aún así, muchos en Berlín confían en que habrá un "auge" de esa criptodivisa este año... y también en el pueblo, en vistas de que no se concretó el proyecto de Bukele de crear Bitcóin City, una moderna ciudad que sería capital de los bitcoiners en el país.
Por lo pronto, el nombre Berlín se escribe por todo lado en el pueblo con la "B" de bitcóin.