El pago de los intereses por la deuda salvadoreña creció un 17.1 % en los primeros cuatro meses de 2025 y representó un 18 % de los ingresos que recibió el fisco, según estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR).

El pago de intereses es uno de los compromisos más onerosos de las cuentas públicas derivado del alto nivel de endeudamiento y la colocación de títulos a tasas más altas.

De enero a abril pasado, el Ministerio de Hacienda tuvo que desembolsar $643.1 millones para estos compromisos, $94.1 millones adicionales a los $549 millones registrados en igual período de 2024.

El monto desembolsado para este compromiso representó un 18 % de los ingresos y las donaciones totales que canalizó el Tesoro salvadoreño, por $3,577.8 millones.

Para 2025, Hacienda estimó en el presupuesto general de la nación que el pago de intereses, comisiones de títulos y empréstitos supere los $1,523.03 millones, mientras que las amortizaciones alcanzarán $1,261.62 millones.



Entre ambos rubros, el gobierno pagará más de $2,784.66 millones, la mayor asignación que incluso supera a los ramos de Salud y Educación.


¿En qué ha gastó el gobierno?

El gobierno reporta gastos y concesión neta de préstamos por $3,841.8 millones, superior en $483.6 millones (14.4 %) en relación con los $3,358.2 millones registrados en igual período de 2024.

El saldo también es superior en $264 millones respecto a los ingresos, una diferencia que se conoce como déficit fiscal y uno de los indicadores de mayor preocupación para los economistas.

Del monto total, el gobierno utilizó $3,207.6 millones para gasto corriente, $225.1 millones más que en igual período de 2024. Esta cartera incluye las erogaciones por gasto de consumo y gestión operativa, prestación de seguridad social, gastos financieros y otras transferencias que no implican contraprestación.

El gasto corriente incorpora las derogaciones de consumo, intereses y transferencias corrientes, mientras el gasto de capital hace referencia a la inversión bruta, transferencia de capital y concesión neta de préstamo.

Según el BCR, el gasto en consumo sumó $1,982.8 millones, $28.4 millones menos (1.4 %), mientras que las transferencias corrientes fueron $581.5 millones, equivalente a un aumento de $159.1 millones (37.6 %).

La inversión bruta, en tanto, llegó a $568.8 millones, con un aumento de $218.9 millones (62 %) respecto a los $349.9 millones de 2024.