En el mercado hay dos variables clave: la calificación soberana que asignan las agencias, como Moody's Investors Service, S&P Global Ratings y Fitch Ratings; y el riesgo país que mide el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), elaborado por J.P. Morgan Chase. El primero es una nota sobre la deuda emitida y el segundo básicamente mide la certeza de que un país tenga capacidad de pago al momento de emitir nuevos títulos.
Para El Salvador, el EMBI se situó en 7.50 puntos el 7 de agosto, una reducción de 0.65 puntos en comparación con los 8.15 que registró un día antes, cuando el FMI anunció el acuerdo preliminar.
Entre finales de marzo y abril de 2024, el EMBI de El Salvador se colocó en la banda de los 6 puntos, pero desde mayo se situó sobre los 7 puntos. El 5 y 6 de agosto, volvió a la franja de los 8 puntos.
De Centroamérica, todos los países mostraron reducción en EMBI, pero fueron más suaves.
Guatemala pasó de un EMBI de 2.37 el 6 de agosto a 2.31 el 7 de agosto, una reducción de 0.06 puntos.
Panamá, la primera economía dolarizada de la región desde inicios del siglo XX, tiene el EMBI en 2.69 el 7 de agosto, tras bajar 0.04 frente a los 2.73 puntos del día anterior.
Costa Rica, que antes de la pandemia de covid-19 tenía un perfil de riesgo similar a la economía salvadoreña, es actualmente el país con menor EMBI, en 2.32 puntos, una reducción de 0.08 puntos frente al 6 de agosto.
Honduras pasó de 4.43 a 4.40, una reducción de 0.07 puntos.
¿Para qué sirve el EMBI? Además de medir la certeza de pago del gobierno, se utiliza para calcular la tasa mínima que exigiría un inversionista. El EMBI determinado se suma con la tasa de los bonos del Tesoro de EE. UU. considerados libre de riesgo. Estos papeles tienen un cotización de 3.8 %, de momento, si el gobierno salvadoreño decidiera salir a emitir deuda en el mercado de capitales tendría que ofrecer un cupón de hasta 12 %.
Aún es el mayor riesgoso de Centroamérica
A pesar de la reducción en el EMBI, El Salvador mantiene el mayor perfil de riesgo para inversiones de Centroamérica. Sin embargo, parece alejarse cada vez más del histórico 35.12 que registró el 15 de julio en 2022 y cuando se colocó como la economía más riesgosa de América Latina, con excepción de VenezuelaEn ese momento, las calificadoras advertían del impago de un bono de $800 millones programado para enero de 2023. El temor del mercado se exacerbó porque el gobierno no avanzó en un acuerdo con el FMI y hubo tensas negociaciones después de que el Fondo recomendara eliminar el bitcoin como moneda de curso legal.
El mercado reaccionó con entusiasmo después del FMI anunciara un acuerdo preliminar con el gobierno salvadoreño para corregir las distorsiones de las finanzas públicas y regresar a la deuda a una senda sostenible, con una mejora del saldo primario de 3.5 puntos del PIB. Aunque los economistas advierten que la firma de un programa de asistencia se encuentra aún lejos, es un adelanto después de tres años desde que iniciaron las negociaciones en marzo de 2021.