“Pareciera que la industria va a volver a romper récord”, aseguró José Roberto Renderos, gerente regional de Nissan, quien detalló que el año pasado las distribuidoras de vehículos colocaron 17,000 nuevas unidades.
Lejos de la crisis inflacionaria y los augurios de una desaceleración económica, la industria automotriz avanza en terreno sólido y hasta con listas de espera de modelos que no pudieron entregarse por la escasez de semiconductores.
Solo Nissan, la segunda marca más vendida en el mercado salvadoreño, tiene una lista de espera de 1,000 unidades de su Frontier 2021, mientras que en Honduras llega a 4,000.
Desde 2020, los fabricantes automotores se enfrentan a una escasez de semiconductores por el cierre de las plantas durante los esquemas de confinamiento. Esto provocó retrasos en las líneas de producción y largas listas de espera.
“El abastecimiento de partes se ha mejorado un montón, pero no dan abasto”, confirmó el ejecutivo.
“La gente, por alguna razón, sigue pensando que tener la plata en un bien es mejor que tenerla en los bancos. Sigue haciendo que la demanda de vehículos sea alta. Eso lo estamos viendo no solo en las marcas premium, el segmento pick-up representa más del 50 % de lo que se consume”, señaló Renderos, también director de la marca de vehículos de lujo Porsche El Salvador.
Solo el fabricante alemán tiene cinco reservas de su icónico GT3 RS, una fiera vehicular que supera el valor de $280,000.
DEM
Crecimiento del parque.
El parque vehicular crece a un 4.8 % interanual a julio pasado, con más de 1.68 millones de unidades en circulación (entre carros y motocicletas. Esta cifra aumentó en 66,732 solo en los primeros siete meses del año, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.Ante el Viceministerio de Transporte (VMT) se encuentran inscritos un poco más de 1.15 millones de carros, con una proporción del 68.5 % del total. Las motocicletas son el 31.4 % del parque y hay 528,761 unidades registradas a julio, un segmento donde las marcas de China y la India representan el 95 %.
Renderos atribuyó el crecimiento del parque vehicular también al peso que tienen las importaciones de unidades usadas, procedentes principalmente de Estados Unidos. Según datos de la industria, al país ingresan cuatro carros chocados por cada nuevo desde la fábrica.
Este dato no desmotiva a los distribuidores porque para “nosotros es importante”, aseguró Renderos, que añadió que cada vez más la “gente está migrando” al segmento nuevo para “no arriesgarse”.
Las cifras oficiales confirman que las ventas de vehículos se mantienen en crecimiento. Al menos con un repunte de 20.9 % en el primer semestre, cuando se importaron unidades valoradas en $184.9 millones, según el Banco Central de Reserva (BCR).
Los vehículos representan el quinto producto más importado por El Salvador, solo superado por las compras de los derivados del petróleo, los aceites petroleros, los medicamentos y los teléfonos.