La industria manufacturera, motor de la economía salvadoreña, acumula ocho trimestres consecutivos en contracción, confirma el Banco Central de Reserva (BCR).

De acuerdo con la institución, la industria se comenzó a contraer en el segundo trimestre de 2022 y, desde entonces, no se ha podido recuperar hasta cerrar en el primer trimestre de 2024 con una baja de un 3.94 %.

La manufactura reúne a 26 cadenas productivas, como textil y confección, plástico, alimentos, papel y cartón, metalmecánica, farmacéutico, bebidas, calzado y muebles. Estas actividades representan un 96 % de las exportaciones salvadoreñas.

Douglas Rodríguez, presidente del BCR, atribuyó el decrecimiento industrial a una menor demanda externa por los cambios en los “patrones de consumo”. “Entre las actividades que registraron una menor demanda de exportaciones fue la cadena de producción textil, desde los hilados hasta la finalización de la prenda de vestir, incluyendo el servicio de maquilado”, dijo el funcionario.

También influyó un menor dinamismo en las cadenas productivas, como una desaceleración en el sector de construcción en el primer trimestre, que se reflejó en una baja demanda de hierro y cemento.

Rodríguez aseguró que el “impacto fue menor” porque hubo un repunte en el desempeño de las actividades de elaboración de alimentos y bebidas.

“Lo que se espera es que el último semestre de este año se vuelva a la demanda que teníamos normal y que recuperamos nuevamente el sector industria para finales de este año”.

Douglas Rodríguez
Presidente del BCR


Continúa caída en demanda

Después de cerrar 2023 con una contracción de un 8.7 %, las exportaciones continúan este año en terreno negativo y a mayo acumulan una reducción de un 5.3 %. Según el BCR, en los primeros cinco meses del año se han enviado bienes valorados en $2,699.1 millones, al menos $151.3 millones menos que hace un año.

La Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) ha explicado que la caída en los envíos se debe a que las empresas estadounidenses cancelaron órdenes por un exceso de inventarios adquiridos en 2022. Influyó también la inflación, que limita la capacidad adquisitiva de los hogares.

Esta baja demanda afectó principalmente al sector textil, que incluso tuvo que cerrar algunas líneas de producción por la baja demanda. Uno de los golpes más sentidos fue el cierre de una de las cinco fábricas del gigante de confección HanesBrands, la compañía con el mayor volumen de exportaciones de El Salvador desde hace una década.

Entre enero y mayo, el sector de maquila y confección exportó $373.3 millones, equivalente a $76.7 millones (un 17 %) menos frente al mismo período de 2023.