El estudio evalúa la seguridad alimentaria tras las medidas implementadas por los gobiernos para aliviar el impacto de la inflación en la economía familiar en Centroamérica, México, República Dominicana y Haití. En esta región, plantea el reporte, la pandemia dejó a 62 millones de personas en carencias para conseguir sus alimentos, por lo que el encarecimiento del costo de la vida viene a poner presión en las frágiles finanzas familiares.
El multilateral señala que la mayoría de países activaron medidas fiscales que requirieron, en promedio, un gasto equivalente al 1.1 % del PIB. En el caso de El Salvador, el informe plantea que el costo representó el 1.6 % de su Producto Interno Bruto.
Las medidas adoptadas por la Administración Bukele se dividen en directas e indirectas. En el primer grupo están las que tienen un impacto importante sobre la seguridad alimentaria, como el refuerzo presupuestario para la entrega de paquetes agrícolas y la reducción de aranceles para la importación de una canasta de productos básicos. En estas se destinaron $63.8 millones, un 0.2 % del PIB.
En las medidas indirectas destaca principalmente los subsidios a los combustibles y el gas propano, con un gasto de $450 millones, el 1.4 % del PIB. En esta parte, el multilateral señala que, si bien el Gobierno argumentó que el congelamiento de los precios contribuye a reducir el gasto del transporte de alimentos y de preparar alimentos, apenas un 24.5 % de la población urbana tiene vehículo y 12.9 % en la rural.
La institución bancaria señaló que un factor que jugó a favor de las micro y pequeñas empresas (mype) es el subsidio al salario mínimo, un ajuste aprobado en agosto de 2021, pues este segmento es muy sensible a las alzas de precios.
DEM
En riesgo la seguridad alimentaria.
Si bien los indicadores de seguridad alimentaria en El Salvador mejoraron de 2017 a 2019, los sucesivos choques sufridos desde la pandemia del covid-19 han revertido esta tendencia. “Existen indicios de un deterioro, principalmente vinculado al alza generalizada en el precio de los alimentos durante 2021-2022”, señaló el BID en su informe.La inflación general ha tenido un incremento interanual del 7.7 %, pero la inflación de los alimentos duplica esa cifra y se coloca en 14.5 %. La diferencia abismal se explica, en parte, por la dependencia de El Salvador a las importaciones ya que su producción no alcanza para cubrir la demanda nacional.
De esa manera, la inseguridad alimentaria acentuada representó apenas el 9 % de la población entre marzo y mayo 2018, equivalente a unos 23,000 salvadoreños, pero para el mismo período de este 2022 llegó al 52 % . Es decir, que unos 3.3 millones de personas están en riesgo de no conseguir sus alimentos.
El 14 % de la población está en fase de crisis o emergencia, unos 900,000 salvadoreños.
3 datos que debes de conocer
1.- Preocupación
Según una encuesta, entre el 30 % y 40 % de los hogares en El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá señala que le preocupa la falta de dinero.
2.- Poca producción
Entre 2015 y 2019, la agricultura tuvo una menor importancia dentro de toda la producción nacional del 5.4 %, cuando el promedio regional es de 7.8 %.
3.- Importación
El Salvador tiene que importar hasta el 93 % de las verduras que consume, el 62 % de los cereales, 55 % de frutas y 46 % de la carne bovina.