Al menos un 43.6 % de las mujeres ocupadas en El Salvador tienen empleos vulnerables, según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El documento, difundido en abril, bajo el título “informe anual de resultados”, señala que los trabajos vulnerables afectan en mayor proporción a las mujeres que a los hombres.
“Del total de mujeres de la población ocupada, el 43.9 % se ubica en trabajos considerados vulnerables, en comparación con el 23.5 % de los hombres”, señala el informe.
La ONU indica que este tipo de trabajos son aquellos relacionados con la vulnerabilidad, en donde se incluyen los negocios por cuenta propia, los familiares no remunerados y el servicio doméstico.
La organización internacional señala que la brecha que existe entre los empleos vulnerables de hombres y mujeres es un reto que se debe abordar por parte de la sociedad en general. Además, puntualiza en una necesidad de apoyo “ágil y sostenido” que implique una inversión enfocada en mujeres y niñas.
La Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa) ha señalado con anterioridad que los empleos vulnerables son causados por los bajos niveles educativos y la reducida oferta laboral que hay en el país.
En 2023, el Banco Mundial (BM) actualizó la ficha de género de El Salvador y planteó que las mujeres tenían un 15 % más de probabilidad de obtener un empleo vulnerable que los hombres.
Transformación
El documento de la ONU señala que en los últimos años El Salvador ha experimentado transformaciones en el ámbito económico y social. El análisis destaca el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que el país ha mantenido desde 2020, cuando la pandemia de covid-19 inició y la economía del país se contrajo en un 7.9 %.La organización destaca el crecimiento de 3.5 % que el Banco Central de Reserva (BCR) reportó en 2023, al mismo tiempo que reconoce que el país debe promover esfuerzos para que la transformación económica continúe con la superación de los patrones de “crecimiento moderado”, que se mantuvo en 2.2 % durante las últimas dos décadas.
En cuanto a la inversión de capital nacional, la ONU destaca que entre 2005 y 2020 ha pasado de crecer en un promedio de un 17 %, a entre un 20 % y un 22 %.
A pesar de los avances, la entidad destaca los desafíos que El Salvador enfrenta con el tema inflacionario y el precio de los combustibles, una situación que impacta directamente porque el país es dependiente de la importación de alimentos.
“Lo anterior ha implicado que, entre enero de 2021 hasta diciembre de 2023, el costo de la canasta básica alimentaria se incrementara en un 29 %”, indica la ONU.
La ONU, que cita datos de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), señala que en 2024 al menos 942,108 personas podrían estar en inseguridad alimentaria en El Salvador.
La oficina destacó en 2023 que 1.1 millones de salvadoreños necesitan este 2024 asistencia humanitaria, en aspectos como la inseguridad alimentaria, protección, educación, alojamiento, salud y nutrición.
El incremento de la pobreza monetaria en el país desde 2020 es catalogado como “significativo” por parte de la ONU, más aún cuando no reporta cambios en los últimos tres años.
Para la organización internacional, este tipo de retos implican oportunidades para impulsar cambios en El Salvador, una situación que debe ser atendida por diversas aristas. En 2023, la ONU destinó $99 millones a 171 programas en el país, distribuidos entre sus diferentes agencias y oficinas y, para este 2024, prevé seguir apoyando al desarrollo local.
