Un 23 % de las remesas desde Estados Unidos son enviadas por salvadoreños indocumentados, según un análisis de Grupo Bancolombia, casa matriz de Bancoagrícola.

A través de una presentación con clientes, realizada este jueves, la institución financiera aseguró que el sector construcción destaca como la actividad económica que “más contribuye a las remesas de migrantes indocumentados”.

La directora de investigaciones económicas de Bancolombia, Laura Clavijo, indicó que buena parte de los sectores en Estados Unidos emplean a personas en situación regular.

“En el sector de actividades profesionales y construcción hay una fuente que podría uno decir que se verían más impactados (con reducción de remesas)”, añadió Clavijo.

Los datos expuestos por Grupo Bancolombia, que datan de 2023, señalan que ese año los sectores de manufactura, entretenimiento, salud, educación, así como transporte y actividades financieras fueron fuente de empleo para salvadoreños indocumentados en Estados Unidos.

La diáspora también labora en ventas minoristas y mayoristas, así como administración pública, información y agricultura.


Emisores de remesas

Las estadísticas presentadas por Bancolombia indican que en 2023 más de $7,606 millones fueron enviados en concepto de remesas desde Estados Unidos, un 93 % de la participación con respecto a los $8,181.8 millones recibidos por los hogares en El Salvador en este año, según el Banco Central de Reserva (BCR).

La institución financiera señaló que un 23.5 % de las remesas en ese año provino de empleados dedicados a actividades profesionales, al rondar los $1,785 millones.

Por su parte, un 21.5 % de las remesas fue enviado por trabajadores salvadoreños en el sector construcción, tras acumular $1,639 millones.

Según Bancolombia, un 10.1 % de las remesas que ingresaron a El Salvador en 2023 provino de mano de obra en el sector de manufactura.

Un 9.4 % de las remesas fue enviada por salvadoreños que laboran en los sectores de educación y salud, mientras que un 8.3 % corresponde a trabajadores del sector de entretenimiento.

Clavijo aseguró que las deportaciones desde Estados Unidos podrían impactar de forma directa e indirecta a El Salvador, a través de la participación de las remesas en el consumo privado, que pasaría de un 6.3 % a un 6.1 %.

Aseguró que, aunque El Salvador puede verse afectado, el país podría estar blindado. “Entonces es una situación más regularizada (para el país) que sería menos vulnerable a las políticas migratorias”, añadió la investigadora.

La situación, que afectaría a los vecinos centroamericanos -que tendrían menos poder adquisitivo-, también mermaría las exportaciones y el turismo que proviene de la región afectarían directamente a El Salvador.