Plagas, pérdidas por sequía o exceso de lluvia o propagación de hongos letales -como la roya- son algunas de las consecuencias del cambio climático a las que a diario se enfrentan los caficultores salvadoreños. Y el panorama no se vislumbra positivo, pues se espera que las condiciones meteorológicas empeoren a medida que el planeta se vuelva más caliente.

En este contexto, un 83 % de las fincas de café en El Salvador requerirán implementar medidas de adaptación al cambio climático, advierte un reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La publicación recoge los resultados de dos operaciones de financiamiento aprobadas por el BID para turismo en la zona costera por $25 millones y resiliencia de los bosques cafetaleros por $45 millones.

En el reporte se destaca que la caficultura genera un 26 % del empleo agroindustrial, mientras que un 22 % de los bosques se encuentran en las fincas. Sin embargo, entre 2000 y 2016, se registró un 8 % menos de cobertura boscosa por la expansión de la agricultura extensiva y el aumento de pastizales para la ganadería.

De acuerdo con el Instituto Salvadoreño del Café (ISC), el bosque cafetero está conformado por 164,716 manzanas de las cuales un 53 % se encuentran en la cordillera Apaneca-Ilamatepec.

Un 24 % del bosque cafetero se encuentra en la región El Bálsamo-Quezaltepeque, un 12 % en Tecapa-Chinameca, un 5 % en Chichontepec (volcán de San Vicente), un 4 % en Cacahuatique (San Miguel y Morazán) y un 2 % en Alotepec-Metapán.


Resultados del financiamiento

Este financiamiento ha permitido la diversificación de 5,350 manzanas de café de pequeños caficultores con sistemas agroforestales, de las cuales un 40 % son administradas por mujeres.

La operación incluyó la entrega de 2.5 millones de plantas de café de distintas variedades de alta productividad con la esperanza de aumentar la producción en un 28 %.

Para los sistemas agroforestales, se entregaron 160,000 árboles frutales, forestales y especies nativas.

El BID detalló que también se apoyaron a 95 cooperativas y grupos de emprendedores, con más de $3.7 millones para la ejecución de planes de negocios y fortalecimiento organizativo y empresarial.