La Universidad de El Salvador cumple hoy 182 años de fundación. Fue en 1841 cuando la Asamblea Constituyente decretó la fundación de la única universidad pública del país durante el mandato del Presidente de la República, Juan Lindo y la decidida intervención del general Francisco Malespín. Desde entonces, la universidad ha sido pieza fundamental de nuestra historia tanto para el desarrollo académico y científico del país, como para las luchas sociales.

El Alma Mater de los salvadoreños ha sido la cuna de incontables profesionales que han dado enormes aportes a la cultura, las ciencias, el derecho y los avances tecnológicos. La universidad también ha sido triste escenario de persecución y represión de los gobiernos militares y también instrumentalizada por grupos subversivos como refugio.

Pero también ha sufrido angustias por su presupuesto, la UES ha vivido por mucho tiempo sin los aportes merecidos aunque las necesidades son inmensas. También es cierto que ha habido administraciones poco acertadas en el uso de los fondos lo que provocó el deterioro de las instalaciones y muchas limitaciones.

Lo ideal es que la UES sea el centro científico del país y en gran medida lo es pero no siempre divulga sus investigaciones. Lo ideal es que la UES sea una casa de estudios que también sea la voz de la conciencia nacional, pero sin compromisos partidarios con ninguna corriente política como ha sucedido muchas veces en el pasado.

Ojalá que la UES siga mejorando su nivel académico y que forme profesionales de mayor nivel, comprometidos con El Salvador y que sus aportes a la sociedad salvadoreña sean cada vez más sólidos y su legado se fortalezca.