Los días de vacaciones terminaron con dos dramáticas tragedias viales el martes, un reflejo de la irresponsabilidad y falta de precaución para manejar. Primero fue un microbús que chocó con un autobús en el bulevar del Ejército, dejando 17 personas lesionadas. Más tarde, el conductor de un pick chocó en "contra de la parada de buses" del carril contrario, según dijo un testigo, perdiendo el control y atropellando a varias personas. Al menos hay dos fallecidos.

Los accidentes de tránsito ya sumaban 11,479 entre el 1 de enero y el 5 de agosto en el país. El Observatorio Nacional de Seguridad Vial reporta además 786 fallecidos y 6.697 lesionados. Demasiadas víctimas. Los números son superiores a los del año pasado y eso es más preocupante.

El costo humano y material de los accidentes es demasiado grande y aunque hay notables esfuerzos de prevención del Viceministerio de Transporte y de la Policía Nacional Civil, la responsabilidad mayor recae en las dos manos que deben llevar los conductores en el volante y la atención plena a la hora de conducir.

Es necesario implementar las reformas de tránsito que están en la Asamblea Legislativa, tal vez una mayor coerción logra salvar vidas y regular la conducta de demasiados irresponsables que conducen.