Han sido días agitados en el fútbol salvadoreño sino porque el deporte rey en el país se ha visto envuelto en una polémica legal y política que ha tocado el contexto internacional y con la advertencia de una suspensión de la participación internacional de selecciones y clubes si se concreta la intervención de una Comisión Normalizadora en la Federación Salvadoreña de Fútbol.

Menos mal que la dirigencia de la liga mayor y los jugadores han dado su paso al frente y las autoridades deportivas estatales han decidido “interrumpir” el funcionamiento de la comisión normalizadora, a fin de evitar una sanción de FIFA.

Que el fútbol salvadoreño necesita cambios en su dirigencia y su organización, no hay ninguna duda. El Salvador no va a un Mundial de fútbol desde 1982 y el deterioro deportivo y organizativo ha ido creciendo con el paso del tiempo. Varios dirigentes han sido cuestionados legalmente, y la afición y los propios jugadores le han perdido el respeto a la Federación. Pero una intervención estatal como la que se planificaba no es el mejor camino para solucionar el problema, por el contrario, podía agravarlo con la sanción de la todopoderosa FIFA que había dado al Indes como plazo hasta hoy lunes para retirar a esa comisión.

Esperemos que la Primera División, la asociación de jugadores profesionales, y otras voces sensatas del deporte rey logren convocar pronto a un congreso que regularice la situación y que los salvadoreños puedan disfrutar nuevamente de los juegos y los equipos sigan participando en eventos internacionales. Es de esperar que este remezón también sirva para que el fútbol salvadoreño se recupere en todo sentido y que la afición pueda volver a ver a nuestro equipo nacional en un Mundial en el futuro cercano.