El presidente Bukele anunció el fin de semana pasado un programa que ofrece cinco mil pasaportes gratuitos para profesionales extranjeros calificados, una medida que busca reclutar talento internacional para beneficio de la sociedad salvadoreña, una práctica que suelen hacer muchos países para mejorar algunos campos de la ciencia, la tecnología, los deportes o las artes.

Los países más industrializados suelen importar ingenieros, informáticos, físicos, matemáticos y biólogos. En Alemania modificaron hace unos meses la legislación para conceder permisos de residencia a 20.000 extranjeros expertos en informática. Los grandes centros de la revolución informática norteamericana, Seattle, Silicon Valley, Nueva York y Washington, han abierto sus puertas a talentos extranjeros que suplan el déficit de universitarios nacionales bien preparados.

Por eso la medida de proponer otorgarle la nacionalidad salvadoreña, con todos sus derechos, a profesionales altamente calificados: científicos, ingenieros, médicos, artistas y filósofos extranjeros, es un paso encaminado a reclutar talentos que pueden significar una gran diferencia para el desarrollo del país. Sería de gran ayuda poder atraer médicos con especialidades escasas en el país, ingenieros con niveles tecnológicos que no tenemos o científicos capaces de marcar la diferencia. Ni qué decir de artistas de todo tipo y pensadores que nos ayuden a diseñar un mejor futuro para El Salvador.

El Ministerio de Educación ya mencionaba que había unos 400 interesados en esta propuesta, esperemos que sobren los interesados y que traigan consigo lo mejor de sus talentos para contribuir al desarrollo y a los avances del país.