Tristemente las nuevas generaciones leen cada vez menos, cada vez se cierran más librerías y bibliotecas. Muchas aplicaciones de celulares se han convertido en la principal afición de estos tiempos dejando de lado los libros.

Hoy 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro. Para su elección mucho tuvo que ver el hecho de que en ese mismo día del año 1616 fallecieran dos escritores de referencia mundial: el español Miguel de Cervantes y el británico William Shakespeare. La elección de esta fecha para celebrar el Día del Libro fue propuesta por la UNESCO en 1995, como un homenaje a la riqueza cultural y lingüística que representan estas personalidades literarias icónicas. Desde entonces, el 23 de abril se ha convertido en una jornada para fomentar la lectura, promover la industria editorial y celebrar la diversidad de las letras en todo el mundo.

Pero parece haber cada vez menos afición por la lectura. El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, decía que "aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes". Y es que la lectura es eso, traducir las palabras en imágenes, la mente viaja a través de los libros y se fomenta la creatividad, se inspira la riqueza de la vida y del pensamiento. La lectura de un libro es un diálogo incesante, en el que el libro habla y el lector encuentra respuestas.

Y como cada vez menos gente lee, menos gente escribe. La lectura es para la mente, lo que el ejercicio es para el cuerpo. Por eso hay que fomentar cada vez más la lectura entre nuestros niños y adolescentes. Una sociedad desarrollada pasa por la educación y la educación para por los libros.

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho", decía precisamente el gran Miguel de Cervantes. No hay que olvidarse de eso y priorizar siempre la educación como camino a la prosperidad, el desarrollo y el progreso de la nación.