Ya con las credenciales en mano o en proceso de entrega, a los nuevos 44 alcaldes y sus concejos municipales no les queda más que ponerse a trabajar para enfrentar los enormes desafíos que traerán consigo la reestructuración municipal a partir del 1 de mayo.

El alcalde de San Salvador Centro, Mario Durán, hablaba el jueves de "homogeneizar" todos los servicios y reconocía que "hay deficiencias en los otros distritos", además prometía llevar esos servicios al nivel de la capital. No solo para San Salvador Centro es el reto. Todos los nuevos municipios del país tendrán esos retos porque el nivel de desarrollo de los distritos es claramente diferente. No es lo mismo Santa Tecla que Comasagua, Antiguo Cuscatlán que Huizúcar o La Libertad que Chiltiupán.

La ley recién aprobada sobre la transición municipal facilitará muchas cosas, pero los desafíos administrativos también son enormes. El tema de los empleados municipales es un asunto delicado y complicado que debe verse con mucho cuidado. Son esos empleados los que más conocen sus comunidades y los servicios que prestan. Pero el problema también es que los municipios no tienen recursos para duplicar los servicios, sino que tienen que utilizar el recurso humano con inteligencia.

Esperemos que esta gran reingeniería de la división política salvadoreña funcione, habrá mucho que corregir y mucho que trabajar para lograr mayores avances y arreglar las deficiencias.