La última semana tuvimos malas noticias sobre las cifras de exportaciones en el primer trimestre del año. Las cifras del Banco Central de Reserva (BCR) mostraron una caída del 13.7 %. Las exportaciones totalizaron $1,544.9 millones entre enero y marzo de 2024, equivalente a $244.3 millones menos respecto a los $1,789.2 millones reportados en el primer trimestre de 2023.

La cifra de exportaciones a marzo pasado es además la más baja desde 2020, cuando por el cierre de la economía hubo abruptas caídas y en el primer trimestre los envíos sumaron $1,373.3 millones.

Por ejemplo, el café, un producto simbólicamente importante para El Salvador llegó a su nivel más bajo de exportaciones durante el primer trimestre de 2024 que en los últimos 30 años, de acuerdo a las cifras del BCR.

La institución reportó que, entre enero y marzo, los envíos de café sumaron un poco más de 6.05 millones de kilogramos, 3.9 millones de kilogramos menos (un 39.4 %) respecto a los 10 millones del mismo período de 2023. El acumulado de café exportado a marzo, equivalente a 13.3 millones de libras, es la cifra más baja que el BCR registra en la base de comercio exterior, con información disponible a partir de 1994.

Otro producto emblemático, las exportaciones de micro condensadores eléctricos -chips- uno de los productos de mayor tecnología elaborados por salvadoreños, cerraron con una contracción de un 22.9 % en el primer trimestre del año.

Evidentemente son problemas derivados de la demanda de los socios internacionales y en especial Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.

De ahí que vemos que es vital una una estrategia que encamina a los productores a ingresar a nuevos mercados con la generación de nuevos productos. La diversificación de las exportaciones refleja el grado en que las exportaciones de un país se distribuyen entre una gran cantidad de productos y/o socios comerciales, en eso han sido sumamente exitosos países como Chile en América Latina, pero nosotros no tenemos la cantidad de productos que ese país sudamericano.

Es importante analizar mercados y productos para adaptarnos a las necesidades mundiales y así poder colocar nuestra producción en el mercado internacional. Ese desafío no es solo de las autoridades gubernamentales sino de los propios empresarios que son los que producen los bienes que se exportan y ponen su capital en riesgo, generan empleo y pagan impuestos.

Esperemos que estos nubarrones se superen y encontremos el camino para hacer crecer las exportaciones en momentos tan grises en el mundo.