La Asamblea Legislativa aprobó endurecer las penas contra los violadores sexuales incorporando además agravantes contra los perpetradores de esos delitos, algo que se encamina positivamente a enfrentar esta plaga que ha vivido el país durante varios años.

Para que se dimensione la magnitud de este problema, el año pasado, 3,284 violaciones
sexuales fueron reportadas en 2021 en El Salvador en contra de mujeres, algo así como nueve casos diarios. Lo más grave, según la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA),es que unos 1,020 fueron violaciones en menores de edad, tipificadas bajo el delito de estupro, un aumento del 24.4 % de los casos en relación del año anterior. La inmensa mayoría de las víctimas eran niñas adolescentes de 13 a 17 años de edad.

Otro delito sexual frecuente en el país es el acoso sexual. El año pasado hubo 3,112 denuncias por acoso sexual, y lo más grave es que el 60 % de esas denuncias fueron hechos cometidos contra menores de 17 años. Las organizaciones de mujeres advertían el año pasado que las cifras de los crímenes sexuales que se cometen contra niñas y adolescentes en El Salvador superaron los índices considerados como epidemia a nivel internacional.

De manera que el aumento de penas es positivo pero hay que también dar prioridad a campañas educativas de prevención tanto a niñas como niños, para cultivar el respeto y además, fomentar la cultura de denuncia para que estos casos no queden en la impunidad. Un abuso sexual es demasiado traumático como para que los perpetradores no reciban el castigo que bien merecen.