El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que había tomado la custodia de la menor dijo que su muerte está relacionada a una enfermedad preexistente, según información proporcionada al Congreso y a la que tuvo accedo la cadena CBS News.
La migrante de 15 años estuvo hospitalizada durante todo su tiempo bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que atiende a niños no acompañados que carecen de un estatus migratorio legal.
Fuentes consultadas por la televisora estadounidense dijeron que en el momento en que la Patrulla Fronteriza (CBP) transfirió a la niña a la custodia del HHS en mayo, ya estaba hospitalizada en una unidad de cuidados intensivos pediátricos en El Paso, Texas, debido a una "enfermedad preexistente significativa", según el aviso. enviado a los funcionarios del Congreso.
Después de que la salud de la niña comenzara a empeorar la semana pasada, fue declarada muerta el 10 de julio como "resultado de una falla multiorgánica debido a complicaciones de su enfermedad subyacente", decía el aviso.
Las autoridades señalaron que la madre y el hermano de la niña estaban con ella en el momento de su muerte.
En un comunicado el martes, HHS confirmó la muerte de la niña. “Nuestro corazón está con la familia en este momento difícil”, dijo el departamento. "(La Oficina de Reasentamiento de Refugiados) está trabajando con ellos para brindarles comodidad y ayudarlos con los arreglos según corresponda".
La muerte de la adolescente guatemalteca es la cuarta que se registra de menores no acompañados en 2023 bajo custodia del Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) de la HHS.
En marzo, una niña hondureña de 4 años murió luego de ser hospitalizada por un paro cardíaco en Michigan. La niña había estado en un estado médicamente frágil durante sus años bajo la custodia del HHS, según personas familiarizadas con el caso y una notificación al Congreso obtenida por CBS News.
En mayo, HHS reveló la muerte de un adolescente hondureño de 17 años que estaba alojado en un albergue para menores no acompañados en Florida. Las autoridades en ese momento dijeron que la muerte probablemente se debió a un ataque epiléptico.
Al mes siguiente, un niño de 6 años que había sido evacuado de Afganistán tras la toma de control de ese país por parte de los talibanes en 2021 murió bajo la custodia del HHS. El niño tenía una enfermedad terminal.
Además de las muertes de niños bajo la custodia del HHS, otra menor migrante, Anadith Tanay Reyes Alvarez, de 8 años, murió bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza en mayo.
Si bien CBP continuó investigando la muerte, los informes preliminares del gobierno encontraron que los contratistas médicos de la Patrulla Fronteriza se negaron repetidamente a llevar a la niña enferma nacida en Panamá al hospital, a pesar de las múltiples súplicas de su madre. La agencia también detuvo a la familia durante más de una semana, aunque las reglas internas generalmente limitan la detención a 72 horas.
Indignación
Sobre la nueva muerte registrada el lunes, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR) pidió a la administración del presidente Joe Biden “la inversión inmediata en infraestructura acogedora para evitar la pérdida de otro niño inocente”.La organización expresó su solidaridad con la familia de la niña y dijo que “la Red Fronteriza por los Derechos Humanos está indignada por la noticia de la muerte de otro niño mientras estaba bajo la custodia de los Estados Unidos”, y su director ejecutivo Fernando García, recordó que “estos incidentes no son problemas aislados, sino que son parte de una falla sistémica agravada que ignora los derechos y el bienestar de las personas refugiadas y migrantes”.
García señaló que el “informe de hoy señala que la joven tenía condiciones preexistentes severas y estaba recibiendo atención médica; sin embargo, esta administración no ha sido lo suficientemente transparente ni ha demostrado su compromiso de brindar a los menores no acompañados tratamiento médico adecuado y oportuno, acceso a medicamentos, hospitales y condiciones sanitarias. Bajo el presidente Biden, las agencias de aplicación de la ley de inmigración han seguido perpetuando el estrés y el abuso físico y psicológico”.
El BNHR llama a la dministración Biden para que invierta en la creación de centros de acogida a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
“Estos centros estarían un paso más cerca de restaurar la dignidad y la humanidad de nuestros niños y familias migrantes y refugiados al brindarles atención médica atenta y adecuada, vivienda, alimentación y otros servicios sociales y legales que puedan necesitar”.