Un gran jurado federal estadounidense acusó el jueves al ejecutivo venezolano-estadounidense Roger Piñate, fundador y presidente de la empresa de máquinas de votación Smartmatic, de participar en un plan de soborno y lavado de dinero utilizado para asegurar contratos en Filipinas.

Smartmatic fue contratada en 2018 por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en El Salvador y provocó un serio incidente al errar en el conteo de votos. El sistema de transmisión de resultados de la empresa Smartmatic falló al divulgar las preferencias electorales de los partidos, asignando marcas de candidatos a diputados con menor cantidad de votos en San Salvador y La Libertad.

El TSE dijo entonces que demandaría a Smartmatic y la Fiscalía General de la República anunció una investigación, pero no se conoce de avances en la misma.

El TSE anunció en abril de 2018 que negociaban con Smartmatic en un mecanismo llamado “amigable componedor” en la Bolsa de Productos y Servicios (Bolproes), a raíz del error que sufrió el sistema de conteo de las marcas en las elecciones del 4 de marzo de ese año.

Smartmatic provocó una falla en el conteo de votos en El Salvador. Publicación de marzo de 2018 en Diario El Mundo.
Smartmatic provocó una falla en el conteo de votos en El Salvador. Publicación de marzo de 2018 en Diario El Mundo.

Soborno de $1 millón en Filipinas

Según los fiscales federales estadounidenses, Piñate, de 49 años y residente de Boca Ratón, Florida, junto con Jorge Miguel Vásquez, de 62 años, junto con otros, estuvieron involucrados en el pago de un millón de dólares en sobornos al expresidente de la Comisión Electoral de Filipinas, Juan Andrés Donato Bautista.

“Estos sobornos se pagaron presuntamente para obtener y retener negocios relacionados con el suministro de máquinas de votación y servicios electorales para las elecciones filipinas de 2016 y para asegurar los pagos de los contratos”, dijo el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado de prensa.

Los funcionarios dijeron que los presuntos co-conspiradores financiaron los sobornos al sobrefacturar el costo por máquina de votación para las elecciones.

Para ocultar la operación, los co-conspiradores utilizaron un lenguaje codificado para referirse al fondo secreto utilizado para realizar los pagos ilícitos y provocaron la creación de contratos fraudulentos y acuerdos de préstamos falsos para justificar las transferencias, dijo el Departamento de Justicia.

Los co-conspiradores luego supuestamente lavaron fondos relacionados con el plan de soborno a través de cuentas bancarias ubicadas en Asia, Europa y los Estados Unidos, incluido el Distrito Sur de Florida, agregó el departamento.

Bautista, Piñate, Vásquez y Elie Moreno, de 44 años, ciudadano con doble nacionalidad de Venezuela e Israel, están acusados cada uno de un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero y tres cargos de lavado internacional de instrumentos monetarios.

De ser declarados culpables, Bautista, Pinate, Vásquez y Moreno enfrentan cada uno una pena máxima de 20 años por cada cargo de lavado internacional de instrumentos monetarios y conspiración para cometer lavado de dinero.

Piñate, junto con los venezolanos Antonio Mugica y Alfredo José Anzola, fundó Smartmatic en 2000 y la empresa ganó notoriedad después de que fue elegida por el presidente venezolano Hugo Chávez para reemplazar las máquinas de votación del país en 2004.

Sus pasos por varios países latinoamericanos han estado cargados de escándalos y errores informáticos.