El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró el martes que cuenta con un plan de contingencia en caso de que el gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, abandone su país, en medio de la creciente tensión con Caracas tras el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe y del Pacífico.

Kingsley Wilson, portavoz del Pentágono, indicó durante una rueda de prensa que tienen una “respuesta planificada y lista” si Maduro huye de Venezuela y agregó que el Pentágono está a “la entera disposición” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “para hacer lo que sea necesario”.

“Siempre estamos listos. Tenemos planes para cada contingencia y nos aseguraremos de que, en lo que respecta al narcotráfico, lo desmantelemos”, declaró Wilson. “Esta es una misión crucial para proteger al país, y nos enorgullece formar parte de ella”, añadió.

Desde septiembre, cuando se lanzó la ofensiva militar marítima como parte de la operación Lanza del Sur, las fuerzas armadas de EE.UU. han ejecutado 21 ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, dejando un saldo de 82 supuestos narcoterroristas muertos, según confirmó el Pentágono.

De acuerdo con Wilson, todos los ataques están enfocados en “eliminar a los narcoterroristas y erradicar esa amenaza, que está envenenando al pueblo estadounidense”.

La portavoz defendió además un segundo ataque realizado contra sobrevivientes de un bombardeo previo, en el que murieron once personas, explicando que la orden fue dada por el almirante Frank Bradley y respaldada “al cien por cien” por el jefe del Pentágono, Pete Hegseth.

“Cada persona que hemos atacado hasta ahora, que se encuentra en un barco con narcóticos, es un narcoterrorista. (…) Nuestra inteligencia confirma con certeza quiénes son estas personas. Sin lugar a dudas, todos nuestros abogados militares y civiles saben que estos individuos son narcoterroristas”, afirmó Wilson.

La funcionaria subrayó que todos los objetivos han sido identificados previamente y están vinculados al transporte de drogas destinadas a ingresar a Estados Unidos, lo que representa una amenaza directa para la seguridad nacional.