El presidente de Estados Unidos, Joe Biden y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebraron el domingo el derrocamiento del dictador sirio, Bashar al Assad, por una coalición de grupos rebeldes.

"Al fin ha caído el régimen de Al Assad, que ha brutalizado, torturado y asesinado a cientos de miles de sirios inocentes", dijo Biden en una declaración tras reunirse con su cúpula de seguridad.

"Es un acto de justicia fundamental y el momento de una oportunidad histórica para el pueblo sirio, que durante tanto tiempo ha sufrido para construir un futuro mejor para su orgulloso país", manifestó.

Biden ha reconocido no obstante que "ahora se abre un momento de riesgo e incertidumbre" para el país; situación que EEUU tratará de gestionar con sus socios internacionales, antes de prometer que Washington, emprenderá contactos con grupos sirios, sin especificar cuáles, para "establecer una transición política".

Unión Europea aplaude

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aplaudido el final de la "cruel dictadura" de Bashar al Assad, aunque ha reconocido que el país se enfrenta ahora mismo a un momento de incertidumbre.

"La cruel dictadura de Asad ha caído. Este cambio histórico en la región ofrece oportunidades, pero no está exento de riesgos. Europa está dispuesta a apoyar la salvaguardia de la unidad nacional y la reconstrucción de un Estado sirio que proteja a todas las minorías", ha manifestado Von der Leyen en un mensaje en su cuenta de la red social X.

También la Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, ha catalogado de "positivo" el fin de la "dictadura" del presidente sirio y ha asegurado que esto muestra la debilidad de sus aliados, Rusia e Irán.

"Estoy en estrecho contacto con los ministros de la región. El proceso de reconstrucción de Siria será largo y complicado y todas las partes deben estar dispuestas a colaborar de manera constructiva", ha indicado en un escueto mensaje en la red social X.

La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib y encabezada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha permitido a la coalición de yihadistas y rebeldes tomar la capital siria, Damasco, así como Alepo y Hama, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales.