Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil, mostraron el respaldo a la decisión del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, de disolver la Asamblea Nacional este miércoles.

Nelson Proaño, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador afirmó que mantienen y mantendrán inalterable su posición de absoluto respeto a la Constitución y las leyes y su posición de proteger los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos en el marco del Estado de Derecho.

La posición de la Asamblea Nacional de enjuiciar políticamente al primer mandatario tiene base en una disposición de la carta fundamental, de igual manera la decisión del presidente constitucional de la República de disolver a la Asamblea Nacional se fundamenta en el artículo 148 de la Constitución de la República, por tanto está sujeta a una norma constitucional y debe ser respetada total y completamente por todos los ciudadanos”.
Nelson Proaño,
Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador


Recordó a los ecuatorianos que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son instituciones obedientes que cumplen su misión de manera estrictamente sujeta al poder civil y a la Constitución.

Advirtió que no tolerarán hechos de violencia que alteren el Estado de Derecho.

“Al mismo tiempo debo señalar que el país no aceptará ningún intento de alterar el orden constitucional a través de la violencia para atentar contra la democracia, en ese caso las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional actuaremos con firmeza en complimiento de nuestra misión constitucional para proteger la vida, los derechos y las garantías de los ecuatorianos, no tenemos otro interés que el de proteger a la patria y a sus ciudadanos, es por ello que hacemos un llamado a la unidad de los ecuatorianos para mantener un clima de respeto a la ley, sin enfrentamiento, sin violencia, lo que permitirá mantener un Ecuador en paz, un país con libertad y dignidad”, apuntó Proaño.

El presidente Guillermo Lasso, acusado de corrupción por el opositor Congreso y amenazado de destitución, decretó este miércoles la disolución del Legislativo, lo cual implica la celebración de elecciones generales anticipadas en tres meses.

El impopular mandatario de derecha, señalado por la mayoría legislativa de izquierda de presunta corrupción en contratos de transporte de petróleo, ordenó "disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna", según el documento difundido por la presidencia.

En medio del alza de la violencia ligada al narcotráfico y del descontento por el costo de vida, la decisión puede implicar el fin del gobierno de derecha y dar una oportunidad a la izquierda para recuperar fuerzas. El líder de la oposición es el exmandatario Rafael Correa (2007-2017), prófugo en Europa y condenado a ocho años de cárcel por corrupción.