“Lo que más extraño de El Salvador son las pupusas. Aquí sí hay pupusas, pero es muy difícil comerlas todos los días porque son más caras”, así Edwin Portillo nos relata por qué este platillo tradicional salvadoreño se ha convertido en un verdadero desafío para él durante los siete años de residir en Japón.

Portillo dice que estaba acostumbrado a hacer de las pupusas su desayuno, almuerzo o su cena, pero en Japón continuar con esta costumbre requeriría una verdadera fortuna, ya que una pupusa tiene el valor equivalente al de una pizza promedio en El Salvador.


“Extraño un buen plato con siete pupusas que yo me comía en El Salvador. Allá comía todos los días pupusas, aquí las como una vez cada dos meses, porque requiere una buena inversión”.

Edwin Portillo, maestro salvadoreño en Japón.


El salvadoreño relata a Diario EL MUNDO través de una conversación de Instagram, que antes del periodo de pandemia en Japón, los pocos negocios que elaboraban pupusas las vendían en 500 yenes, un equivalente a $3.78, pero después los periodos de confinamiento los negocios incrementaron el costo en este platillo, Portillo cuenta que actualmente comprar una pupusa en Japón cuesta 700 yenes, un equivalente aproximado de $5.29.

Kirara Portillo, esposa del salvadoreño Edwin Portillo / Cortesía.
Kirara Portillo, esposa del salvadoreño Edwin Portillo / Cortesía.


También nos deja claro que otro factor muy importante en la travesía por comer pupusas dentro del país asiático, es que en Japón no se encuentran con facilidad los ingredientes para elaborarlas. Los productos básicos para la preparación del platillo como los frijoles y el quesillo, son escasos, y en la mayoría de ocasiones no se encuentran en tiendas o supermercados, lo cual limita la posibilidad de hacerlas uno mismo en casa.

Edwin Portillo de 35 años, llegó a Japón el 29 de septiembre de 2015, tras haber ganado una beca de estudio por el Ministerio de Educación japonés.

Nació en Ciudad Delgado, pero creció y vivió la mayor parte de su vida en Apopa, lugar que recuerda con mucho cariño y del cual tiene bonitos recuerdos de su infancia y Juventud, asegura.

Para conocer más sobre la vida de este salvadoreño viviendo en Japón, puedes leer: “Un salvadoreño nos cuenta cómo es vivir en Japón y extrañar a su Apopa querida”.

Edwin Portillo y su esposa Kirara Portillo / Cortesía.
Edwin Portillo y su esposa Kirara Portillo / Cortesía.

La hazaña de encontrar una pupusería en Japón

A través de su video publicado en el canal personal de YouTube, Portillo nos lleva a emprender un viaje junto a su esposa por diferentes calles de Yokohama, Kamakura y Tokio, en busca de uno de los escasos negocios en donde se elaboran pupusas dentro del territorio nipón.

En su aventura por degustar el platillo salvadoreño, ambos llegan hasta “Zen Cafe Marina”, un restaurante de Tokio el cual incluye en sus días “especiales” las pupusas como parte del menú.

Ya en el restaurante, Portillo y su esposa muy emocionados piden cuatro pupusas y los acompañan con dos vasos de horchata fría, un complemento perfecto de este auténtico manjar salvadoreño.

Recientemente el salvadoreño nos contó que dentro del país asiático si hay personas que se especializan en elaboran pupusas, pero las limitantes son las distancias en las que se encuentran los negocios y la escasez de los mismos, así como el factor económico, porque los precios son muy elevados a comparación de lo acostumbrado aquí en El Salvador.