CIUDAD DE GUATEMALA. Don Hugo es un hábil taxista que sortea las calles y avenidas de la capital de Guatemala mientras mira los carteles de los más de 22 candidatos que han inundado con sus rostros la ciudad, dice que ninguno de ellos hará un cambio en el país, y que la gente irá a votar porque es un deber cívico, pero que ´´la cosa seguirá igual´´.

Sin ser experto en estadísticas dice que ninguna de las que han encuestas que han marcado la preferencia electoral se pueden tomar como serias, ya que a decir de los ciudadanos han sido pagadas por los candidatos interesados en ganar.

´´Siento que va haber una sorpresa´´, pronostica este hombre adulto mayor, que cree que serán los candidatos menos proyectados en las encuestas los que al menos se acercarían entre los más votados, porque a su parecer ´´solo el 30 ó 40´´ de la población van a ir votar.

¿De dónde saca esta proyección?, responde que del comportamiento de sus parientes cercanos. ´´En mi familia al menos el 25 % no irán a votar... y entre ellos hay jóvenes y mayores´´. ´´Ellos dicen: si esto no va a cambiar, para qué ir a perder el tiempo´´.

Cartel de la propaganda de la candidata de UNE, Sandra Torres
Cartel de la propaganda de la candidata de UNE, Sandra Torres



El sentimiento de hartazgo que los guatemaltecos están expresando en la intimidad de sus hogares y su cotidianidad, podría llegar este domingo hasta lar urnas, así lo considera el politólogo guatemalteco Wolfgang Ochaeta, coordinador de relaciones institucionales de la Universidad Rafael Landívar.

´´Vetar candidatos no afines es para mí es un modelo ´´democrático´ que prácticamente no te garantiza transparencia, que no te garantiza libertad, no te garantiza libre competencia. Compiten los que son afines´´, dice este académico al analizar porqué los guatemaltecos han venido desconfiando del proceso electoral de estas elecciones generales, que para muchos ha generado dudas y propuestas de gobiernos que no satisfacen el interés de los electores, y que son consideradas ´´más de lo mismo´´.

´´Hoy por hoy que el segundo lugar sea el voto nulo, a mí me dice muchísimo y de los actores políticos´´, dice Ochaeta, también dice que el ciudadano guatemalteco pese a esa incertidumbre en el proceso y la aguda corrupción en el Estado, sigue confiando en el voto como una manifestación popular de su rechazo, de sus demandas y de sus reclamos.

´´Es que (el voto) es la única arma que tiene (el guatemalteco). En términos es su único momento en el que sos importante, el único momento en donde tu decisión puede ser considerada¨, reconoce el analista, pero pese a ese compromiso de los ciudadanos estima el abstencionismo este domingo ´´puede ser entre un 42 a 43 %´´, principalmente del sector de los jóvenes que no ven en los candidatos ninguna alternativa a los problemas y falta de oportunidades que les aquejan.

Mientras a otros sectores sociales les sigue preocupando el acaparamiento del Estado sobre el poder judicial, la persecución contra periodistas, exclusión de candidatos presidenciales, criminalización de la protesta social y persecución a fiscales que combatieron la corrupción.

Ciudadanos transitan frente a la Catedral Santiago de Guatemala en la cpital. Foto DEM-Javier Maldonado
Ciudadanos transitan frente a la Catedral Santiago de Guatemala en la cpital. Foto DEM-Javier Maldonado

Nada cambia

La periodista y directora del portal de investigación periodística política Ojo con mi pisto, Ana Carolina Alpírez, dice que ve difícil un cambio en Guatemala a partir de las elecciones generales. ´´Esos grandes partidos tienen a la misma gente ahí, encabezando listados. Los partidos pequeños que puedan tener esos cambios´´ son demasiados pequeños y eso se percibe en el congreso de Guatemala, donde dice que ´´poco pueden hacer´´.

´´Ahorita un partido de oposición tiene siete diputados. Es poco lo que se puede hacer dentro de un mundo de 160 diputados´´ ilustra Alpírez.

´´Ha habido escepticismo, ha aumentado también la decepción y la desilusión hacia al sistema, hacia el modelo (político en Guatemala), insiste Alpírez, ´´porque elegimos y las cosas no cambian´´.
También dice que el ciudadano lamenta que la administración actual del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala (TSE), que ´´era la última institución que nos quedaba sólida, ha dado muchos tropiezos... decisiones que no han sido parejas, han sacado de las elecciones a tres candidatos, por ejemplo... han afectado la credibilidad en el TSE).

Pese a esas aguas turbulentas en la política e institucionalidad en Guatemala, este domingo 9.3 millones de ciudadanos deberán decidir a quién escogen para gobernar a su país, 4.5 millones de estos votantes son mujeres, 3.9 son hombres y 2 millones del padrón corresponden a jóvenes electores de 18 a 30 años.