Cerca de la madrugada de ayer, Kevin Cano, un ciclista entrado en los 30 ondeaba una enorme bandera de Guatemala para celebrar junto a cientos de sus compatriotas, en su mayoría jóvenes, la victoria del binomio presidencial de Bernardo Arévalo y su compañera de fórmula Karin Herrera, los líderes del partido Semilla, ese que ascendió con su mensaje antisistema, pero que aún debe lidiar con la inagotable estrategia de acoso fiscal y judicial del que es blanco.

Cano estaba acompañado de sus dos hermanos, también jóvenes, y dice que al acercarse a una concurrida Plaza Obelisco les confesó que el sentimiento de fiesta que ahora percibía no ocurría desde “añales”, que casi siempre estas convocatorias desde hace más de una década eran para reiterar el antivoto a la clase política que hasta hoy gobierna en Guatemala.

“Venía hablando con mis hermanos ahorita que ésto. Híjole, tenemos añales de no sentirnos así, porque esto no se había visto, esto antes era un antivoto”, contó a Diario EL MUNDO, mientras miraba a un costado de la plaza otros guatemaltecos como él que buscan cambios y un rechazo contundente a la corrupción.

“Hoy no ha sido un antivoto sino algo que el pueblo ha querido y así lo ha deseado, por eso mucha gente viene acá, para celebrar... es un momento en el que podemos sentir un poquito de democracia y libertad como país”, y reitera que “realmente hay mucha gente celebrando la independencia de Guatemala, y la democracia que tiene Guatemala”.

La esperanza de Cano es que a partir de este cambio político sellado en las urnas, “los cambios se empiecen a dar, que la gente corrupta empiece a temblar, porque saben que esto no es bueno para ellos”.

Un sentimiento que también comparte Carmen, una mujer mayor que salió de casa y se subió a una de las bancas de la Plaza Obelisco para gritar y vitorear esta decisión de los guatemaltecos. Aunque prefiere no revelarnos su apellido, no se frena en reprochar el desprecio que, según ella, la candidata Sandra Torres le hizo a los guatemaltecos, a los votantes.

Ni pobres, ni ignorantes

“Yo estoy contenta porque estamos celebrando la democracia, y una nueva primavera como se dice... No queremos un país, como dijo la señora (Sandra Torres), rico en pobreza e ignorancia”, dijo al recordar una de las desafortunadas frases de la candidata de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE), que por tercera ocasión perdió en las urnas.

Cómo entender la aplastante victoria de Arévalo

Bernardo Arévalo ganó con 58% de los votos la presidencia de Guatemala, favorecido por el hartazgo de la ciudadanía con la élite gobernante, acusada de corrupción.

1.- Esperanza ante la corrupción
Arévalo es “una nueva esperanza”, porque Torres “nos llevaba a lo mismo y a lo peor”, dice Mónica Molina, una vendedora de 42 años.

2.- Apoyo de los jóvenes
“Por fin los jóvenes vamos a tener voz, porque nos han robado la voz estas lacras”, dice Jammy Lucas, diseñadora gráfica veinteañera.

3.- Campaña en redes sociales
“Las redes sociales se usaron como el primer canal de comunicación directa entre candidato y electorado”, destaca la asesora Stephanie Tello.

4.- Una rival cuestionada
“A Sandra ya todos sabemos cuáles son sus estrategias [...], son mañas y ya no queremos más de lo mismo”, Patricia Guerra, organizadora de eventos.